Por Guillermo Pimentel Balderas
Héctor Carlos Salazar Arriaga, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), consideró que ante las recientes heladas que afectaron las siembras de maíz en Sinaloa, los días 13 y 14 de enero, y que auguran disminución de cosechas de maíz del ciclo Otoño-Invierno 2012/2013, sin duda afectarán el patrimonio de los productores de este grano y limitará su liquidez para realizar una resiembra con cultivos de menor demanda de agua.
Por lo tanto, en entrevista vía telefónica, afirmó que es necesaria la declaración de emergencia, pues desgraciadamente podría agravarse, si recordamos que las heladas de hace dos años se presentaron en la primer quincena del mes de febrero y que disminuyeron a un 60% la cosecha que Sinaloa aportaba al país que antes representaba el 20%, casi 5 millones de toneladas.
“Los efectos colaterales es la especulación que provocan estos fenómenos y que de inmediato alientan la codicia de los comercializadores del grano, debido a que afectan al resto de los consumidores nacionales, pues de inmediato elevan sus precios en la masa, harina, tortilla y demás derivados del proceso de nixtamalización del maíz”, señaló.
El también presidente de la Confederación Nacional de Productores de Maíz, A. C. (CNPMAC), consideró que para tomar decisiones sobre esta cadena de valor del maíz blanco-tortilla, antes de tomar decisiones, el nuevo Gobierno debe mejorar los sistemas de información oficiales a fin de identificar ineficiencias que generan altos precios al consumidor, y con base en ello, diseñar y ejecutar programas gubernamentales efectivos y precisos para mejorar la eficiencia del conjunto de esta cadena de valor, y no tomar la decisión cómoda de querer solucionar todo con importaciones”, consideró.
La CNPAMM y la CNPM, dijo, convocan a los actores de esta cadena de valor y con objetividad compartir la información y las dedicaciones con la “Mano Visible del Estado”, pues “hoy tenemos un referente que es el “Pacto por México” y la “Cruzada contra el Hambre y la Pobreza Extrema”, comprometidos por el nuevo Gobierno que preside Enrique Peña Nieto con las principales fuerzas políticas nacionales”, enmarcó.
El líder nacional de los productores de maíz advirtió que de no hacer algo diferente para detener la especulación y ajustar los márgenes de ganancia en esta cadena de valor de maíz blanco-tortilla, que evidencian en el estudio de la CNPAMM, se agudizaría la situación de la población con ingresos que no cubren sus necesidades básicas, la que representa el 46.2% de la población total del país y más dramáticamente para los 28 millones de personas que no tienen acceso a la alimentación (de acuerdo a datos de la CONEVAL).
Salazar Arriaga recordó que en el año 2008, ante la “crisis alimentaria” y en la primera helada en febrero del 2011, el anterior Gobierno autorizó de inmediato cupos de importación que vinieron a agravar el precio de los productores nacionales, que no sólo perdieron su cosecha, sino que recibieron precios por debajo del costo del maíz importado. “La autorización de las importaciones sin arancel también dio el pretexto a abrir el mercado de maíz a países con los que no tenemos tratado de libre comercio que llenó los inventarios de las grandes empresas que compran y comercializan maíz blanco”, apuntó.
Especificó que el crecimiento del precio de la tortilla obedece más a problemas estructurales, tecnológicos y de energía, y no a problemas coyunturales como el que hoy vivimos. “No hay justificación para declarar la escasez de grano que es el factor de especulación, pues existen inventarios de la cosecha Primavera-Verano 2012 que aún no tiene compradores y en la que los productores por efectos de las indiscriminadas importaciones, están recibiendo el 20% menos del precio que pagan por el maíz importado”, subrayó.
El dirigente de los maiceros del país destacó que de acuerdo a un estudio, análisis de los precios de la cadena de valor maíz-harina-masa-tortilla, de la CNPAMM, desde 1988 a diciembre de 2011, los comparados con los precios de los insumos agrícolas concluyeron que en el encadenamiento hacia atrás, el crecimiento de los precios de los fertilizantes, ha sido muy superior al crecimiento del maíz grano, y en el encadenamiento hacia adelante, los crecimientos de la harina y de la tortilla también han sido muy superiores, principalmente en tortilla.
“De esta manera, los productores de maíz han enfrentado de manera continua términos de intercambio desfavorables en la cadena de valor”, indicó.
Salazar Arriaga, ingeniero agrónomo de profesión, explicó que el estudio de la CNPAMM confirma en sus conclusiones lo siguiente: que un aumento de 1 peso en el precio medio rural del grano de maíz nacional genera un margen de 24% al comercializador al mayoreo del grano.
Agrega que en el caso del grano al mayoreo en el D.F., un aumento de 1 peso en el precio del maíz grano al mayoreo aumenta en 1.30 pesos el precio de la harina; es decir, un margen de comercialización del 30%; pues un aumento de 1 peso en el precio del kilo de la harina genera un margen de transformación-comercialización del 52% por cada kilo de la tortilla.
“Como puede observarse, los elevados crecimientos del precio de la tortilla no tienen relación directa con los crecimientos de los precios del maíz grano que reciben los productores. La alta variación del precio de la tortilla en las diferentes ciudades del país, tampoco se genera por los precios que recibe el productor del maíz grano, la cual podría, en su caso, atribuirse a sus costos de distribución, a deficiencias tecnológicas y a tamaños de negocio anti- económicas”, detalló.
Salazar Arriaga mencionó que el mayor pecio de la tortilla también se genera en los altos márgenes de comercialización del maíz grano. Asimismo, añadió que los continuos y altos precios del gas y la electricidad tienen un impacto importante en el precio final de la tortilla.
Apuntó que para el caso de los productores agrícolas de Sinaloa afectados, “nos solidarizamos en sus demandas ante las heladas que afectaron sus cultivos, principalmente maíz, pues ellos en 2011, ante la primera helada, nos dieron una lección al reaccionar de inmediato y recuperar con la resiembra un volumen importante de lo que se perdió en esa helada”, destacó.
Salazar Arriaga enfatizó que ante estos eventos, “consideramos necesario implementar el plan emergente de resiembra y entregar los apoyos pendientes que están rezagados, tanto de los programas normales como de los que no se entregaron en el siniestro anterior, que permita mejorar su liquidez y enfrentar los efectos de este fenómeno meteorológico del cambio climático”.