La senadora María del Rocío Pineda Gochi presentó una iniciativa para que el envejecimiento de la población no se convierta en el quinto jinete del apocalipsis, como advierten varios especialistas en materia de salud.

En su exposición de motivos, la legisladora por el estado de Michoacán señaló la necesidad de adecuar el Sistema Nacional  de  Salud a los retos asociados con el envejecimiento poblacional y los nuevos requerimientos de atención de las personas mayores.

Por tal motivo propuso adicionar una fracción X al artículo 6 y reformar la fracción II del artículo 96 de la Ley General de Salud, a fin de impulsar una política nacional que atienda las necesidades en ese rubro de la gente adulta, y garantice su atención médica en geriatría y gerontología.

Sobre el particular, Pineda Gochi dijo que un programa de salud  basado en la atención primaria, con un enfoque de curso de vida, y  con intervenciones diferenciadas para los adultos mayores sanos, para los frágiles y para aquellos en situación de dependencia  funcional, permitirá desarrollar adecuadamente la implementación de acciones desde etapas tempranas de la vida, lo que contribuirá a asegurar un envejecimiento saludable y activo.

Lo anterior, explicó, en virtud de que los principales problemas que aquejan a este sector de la población son: la nutrición, servicios de atención insuficientes, mínima información estadística, falta de programas y políticas públicas para la vejez, así como la insuficiente organización y planeación en la prestación de servicios y enfermedades relacionadas con las personas de edad avanzada, como las cardiovasculares, el cáncer, las cerebrales y cardiacas isquémicas, entre otras.

Para atender esta problemática, destacó la senadora, México solo cuenta con 500 geriatras certificados, de los cuales 300 tienen un entrenamiento formal y a los otros 200 se les reconoce la experiencia clínica en el área, aunque para brindarles una adecuada atención, se requiere 10 veces más de estos especialistas.

De ahí, la importancia de instrumentar políticas públicas efectivas,  que propicien de forma ventajosa la acumulación de activos, de ahorro y previsión para la etapa de los mexicanos que estarán pasando a la edad adulta, insistió María del Rocío Pineda.