*Inegi registra 43 mil 700 defunciones por esos trastornos
*Lo padecen uno de cada cuatro mexicanos de entre 18 y 65 años
*Sólo 2.5 por ciento de los pacientes se encuentran bajo supervisión
La Cámara de Diputados avaló integrar al Sistema Nacional de Salud los hospitales de día, servicios de consulta externa, centros de día, casas de medio camino y talleres, con la finalidad de ampliar la promoción de programas de atención de trastornos mentales entre la población mexicana, dado que, según datos oficiales, el número de personas con estos padecimientos aumenta en el país.
Con 363 votos a favor, uno en contra y 4 abstenciones, los diputados aprobaron el dictamen de la minuta que modifica diversas disposiciones de la Ley General de Salud. De igual forma, la enmienda específica que las instituciones públicas asesoren a quienes estén a cargo de enfermos mentales, en especial a niños, niñas, adolescentes y personas adultas mayores.
Al fundamentar el dictamen, el diputado Mario Alberto Dávila Delgado, presidente de la Comisión de Salud, advirtió que, según el Inegi, en nuestro país se han registrado 43 mil 700 defunciones por trastornos mentales. Esta causa de muerte fue más frecuente en Veracruz (4 mil 450); el Estado de México (4 mil 192); Puebla (3 mil 939); Oaxaca y Jalisco (ambos con 3 mil 7 casos cada uno); el Distrito Federal (2 mil 882 defunciones); Michoacán (2 mil 320 casos), y Guanajuato (2 mil 220).
“Es importante que existan programas de atención para mejorar la condición de estos pacientes e igual de importante que, ya en tratamiento, exista una completa rehabilitación y reinserción a la sociedad”, manifestó.
El documento que sustenta la enmienda subraya que aun cuando existen diversos programas de atención a problemas mentales, hacen falta aquellos que, además de brindar atención, asuman el compromiso de rehabilitar integralmente a las personas que las padecen, así como a la sociedad en general, a través de la difusión de información suficiente que permita desmitificar tales enfermedades.
La diputada Minerva Marisol Sánchez Hernández, recordó que, de acuerdo con la Secretaría de Salud, uno de cada cuatro mexicanos, entre 18 y 65 años, ha padecido en algún momento de su vida un trastorno mental, pero sólo uno de cada cinco recibe tratamiento.
Según los últimos reportes, continuó, se está elevando la presencia de estos males en las primeras etapas de la vida, ya que el 24.7 por ciento de los adolescentes se encuentran afectados por uno o más problemas de salud mental (ansiedad, déficit de atención, depresión, uso de sustancias e intento de suicidio), por lo que se trata de un tema de vital importancia.
A su vez, la diputada Maribel Enríquez Ramírez sostuvo que, pese a que a nivel mundial la depresión afecta a 350 millones de personas de todas las edades, muchos países no están preparados para hacer frente a los trastornos mentales con suficientes políticas, programas y recursos.
En nuestro país, abundó, alrededor del 15 por ciento de la población padece algún trastorno mental; sin embargo, sólo 2.5 por ciento se encuentra bajo supervisión de algún especialista. “Resulta indispensable que México disponga de políticas efectivas y suficientes de salud mental”, enfatizó.
En su turno, el diputado Antonio Sansores Sastré advirtió que 800 mil mexicanos se suicidan cada año, además de que actualmente se observa el fenómeno del “rostizado”, es decir, cuando una persona ya ha pasado por todas las etapas del estrés y el cerebro tiende a una regresión, donde el afectado “va por la salida fácil” y consume enervantes o antidepresivos.
Por otra parte, señaló que sólo el 2 por ciento del presupuesto para la salud, se destina a los trastornos mentales. Además, continuó, “estamos lejos de tener el nivel óptimo en la atención de salud mental, porque solamente tenemos 43 centros hospitalarios especializados”.
El diputado Juan Ignacio Samperio Montaño refirió que, según la Encuesta Nacional de Adicciones de 1994, en zonas urbanas se detectó la prevalencia de trastornos mentales entre el 15 y el 18 por ciento de la población, mientras que en el 2002, el Consejo Nacional Contra las Adicciones señaló que alrededor de 15 millones de mexicanos padecen algún tipo de enfermedad mental.
“Lo anterior evidencia que los trastornos mentales y de conducta, han aumentado en los últimos años, por lo que es necesario otorgar la debida atención a ese problema de salud pública, así como establecer los parámetros necesarios para aquellas personas que padezcan de este tipo de conductas y así reciban la atención médica hospitalaria adecuada para sus tratamientos”, agregó.
En tanto, el diputado Héctor Hugo Roblero Gordillo, señaló que el Estado no ha tenido el tino de diseñar y promover políticas públicas para que estos padecimientos puedan ser mitigados y controlados.
Aunque saludó la enmienda legislativa, consideró necesario aplicar un campo de acción a la par, donde el sistema de salud pública enfatice más la promoción de medidas preventivas de trastornos mentales, antes que una atención curativa.
Por último, la diputada Loretta Ortiz Ahlf, manifestó que esta reforma a la Ley “no hace más que redactar buenos propósitos, pues no asegura el derecho a la salud al tratarse de reglas programáticas”.
“La salud es un derecho fundamental y un compromiso del Estado mexicano y que, conforme al artículo 1 de nuestra Carta Magna, tiene el mismo nivel que cualquier otra norma constitucional. Su no cumplimiento vulnera una garantía individual y un derecho fundamental”, concluyó.
El dictamen de la minuta con proyecto de decreto por el que se modifican los artículos 73 y 77 de la Ley General de Salud en materia de salud mental, fue turnado al Ejecutivo federal para sus efectos constitucionales.