Por Salvador Flores Llamas
Si en este momento el PRD está sufriendo por candidato al gobierno del Estado de México, para las elecciones por el gobierno capitalino asoma un drama mayor y crece el presagio de que perderá la plaza en el 2012.
A 13 años de que Cuauhtémoc Cárdenas la ganó (1997) y se apoderó de la estructura vecinal del PRI para afianzar su control, los pleitos tribales entre Peje y “Chuchos” son encarnizados, la corrupción manifiesta, la ineficacia contra la delincuencia, la desconsideración hacia el pueblo y la demagogia mediática de Ebrard tienen harta a la población.
Se han desmembrado fuertes núcleos y personajes que no aceptan a ser tratados como “Juanitos”, aparte de la disputa Peje-Ebrard ponen en serio predicamento la continuidad perredista.
Él Peje lanzó al senador Ricardo Monreal para jefe de gobierno, y Marcelo no tiene de donde escoger, porque su gente no creció y su delfín, Mario Delgado, no entusiasma ni a los pájaros.
Al parecer le llegó la hora al PRD de dejar la plaza, como vino haciéndolo en los estados, pues está a punto de perder Guerrero, por dividirse, igual le ocurrió en Acapulco y no se diga Zacatecas.
Allí el ex perredista y priísta redivivo Miguel Alonso Reyes trae a raya a su antecesora Amalia García por desfalcos y pagar obras que no se realizaron. Y eso que apenas va auditado el 2% de su gestión.
PRI y PAN tienen, pues, oportunidad de alzarse con la capital del país. Tampoco tienen prospectos viables a la vista. Mas en el PAN se mueve la posibilidad de que se lance Vicente Fox, y tal vez Calderón no se oponga, con todas sus discrepancias, pues la especialidad del ex inquilino de Los Pinos es ser buen candidato.