El diputado Antonio Sansores Sastre, secretario de la Comisión de Salud, se manifestó por la puesta en marcha de un Expediente Clínico Universal (ECU), que permitiría al paciente o derechohabiente presentarse en cualquier hospital sin necesidad de esperar respuesta del instituto en el que esté asegurado.
Es decir, explicó, que cada mexicano tendría un historial clínico único y electrónico para atenderse o consultarse sin importar si es el IMSS, ISSSTE, Seguro Popular, Sedena o algún hospital estatal o privado.
“Es un paso vital para salvar muchas vidas, además de que ahorraría al Estado 40 millones de pesos anuales, al restar carga a los hospitales públicos y reducir el consumo de papel”, refirió.
El legislador comentó que las actuales normas oficiales reconocen el expediente electrónico; sin embargo, no establecen un formato único y solo promueven su uso con requisitos mínimos. Propiamente, dijo, esta modalidad se incentiva más en el ámbito privado.
Añadió que con el ECU se obligaría a los distintos centros de salud a coordinarse para dar cabida a una tarjeta de identificación para el tratamiento del paciente.
El ECU, planteó, podría resguardarse en una USB o memoria electrónica y con ello ahorrar miles de hojas de papel, además de que sería de uso exclusivo del paciente o derechohabiente, sin la posibilidad de robo de datos personales.
Durante su primer informe anual de labores legislativas, Sansores Sastre indicó, por otra parte, que se requiere promover y subsidiar la innovación, la investigación científica, la tecnología y la experiencia local para alcanzar mejores resultados en el desarrollo de la salud.
Abordó el tema de las recientes reformas constitucionales efectuadas en la Cámara de Diputados.
Aseveró que la LXII Legislatura pasará a la historia como una de las más controvertidas, única e incomparable, precisamente por la cantidad, lo complejo y profundo de las reformas avaladas.
En su análisis, indicó que las reformas en materia educativa, hacendaria, financiera, de telecomunicaciones y energética, estaban en el archivo desde hacía más de una década, mismas que son parte del modelo neoliberal, impuesto desde hace 30 años y que ha desmantelado y privatizado los principales recursos del país.
Por citar un ejemplo, dijo, la reforma energética abrió por completo el sector a los capitales privados nacionales y extranjeros.
De la reforma hacendaria, aseguró se quedó corta en su intención de ampliar la base gravable y únicamente impactó a los contribuyentes cautivos de siempre, en tanto que la financiera se planteó como una respuesta a la necesidad de contar con mayor crédito y más barato, pero se construyó en coordinación con los grupos bancarios predominantes en el mercado mexicano.
“El resultado fue que la ley atendió más a las necesidades de los banqueros que a la sociedad”, concluyó.