La Comisión de Salud analiza una iniciativa para establecer pena de prisión de cinco a diez años y multa de quinientos a mil días de salario mínimo, a quienes vendan sustancias inhalantes a menores de 18 años de edad.
De acuerdo a esta propuesta impulsada por diputados del PRI, PAN, PRD, PVEM y Nueva Alianza, el delito por vender o suministrar sustancias estupefacientes a menores de edad será equiparable con el de corrupción de menores.
En el documento se refiere que hay más de mil productos que pueden ser inhalados. Los más populares entre los adolecentes de 12 a 17 años son el pegamento, cemento, crema de calzado, pintura, gasolina y líquido de encendedores.
Se añade que estos productos son fáciles de obtener y utilizar, por lo que consumirlos es algo simple, no complicado, no hay traficantes, no hay negociaciones. Basta con ir a las tlapalerías, ferreterías o tiendas de autoservicio para adquirirlos.
La iniciativa que reforma la Ley General de Salud indica también que la edad promedio del inicio de su consumo es a los 12 años; que aproximadamente dos millones de adolecentes reportan que han usado inhalantes por lo menos una vez en su vida y que entre 1994 y el 2000 el número de nuevos consumidores aumentó en más del 50 por ciento.
De acuerdo con el Consejo Nacional Contra las Adicciones, poco más de 3.5 millones de individuos de 12 a 65 años de edad de todo el país han probado alguna droga ilegal, como marihuana o cocaína, aunque en este rubro también se encuentran sustancias inhalables y aquellas que tienen uso médico y se consumen sin prescripción, se agrega.
Los legisladores también plantean que el Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones elabore los anteproyectos de programas contra el uso nocivo del alcohol, el tabaquismo y el tratamiento de la farmacodependencia.
Detallan que los motivos del consumo de cualquier tipo de droga permitida o prohibida se originan por diversas causas: curiosidad, aburrimiento, falta de estímulos, desarraigo e inseguridad.
El consumo de sustancias inhalables, enfatizan, se presentan en las clases sociales media baja y baja con problemas de abandono familiar; el uso continuo provoca dependencia psíquica e ingesta de otras drogas similares.
Precisan que la intoxicación causada provoca agresividad, euforia, exaltación y situaciones violentas, por lo que aumenta la posibilidad de cometer delitos.
Suscriben la propuesta los diputados del grupo parlamentario del PRI, María Cristina Díaz Salazar, Antonio Benítez Lucho, Marco Antonio García Ayala, Rosalina Mazari Espín, Rodrigo Reina Liceaga, José Antonio Yglesias Arreola y José Luis Marcos León Perea.
Por el grupo parlamentario del PAN, Miguel Antonio Osuna Millán, Gloria Trinidad Luna Ruiz y Silvia Esther Pérez Ceballos. Heladio Gerardo Verver y Vargas Ramírez (grupo parlamentario del PRD), Carlos Alberto Ezeta Salcedo (grupo parlamentario del PVEM), María del Pilar Torre Canales (grupo parlamentario de Nueva Alianza).