Sólo con una visión y política integrales de Estado que impulse la economía social, a través de la creación de cooperativas, México podrá contar con una alternativa viable para generar empleos dignos, ofrecer oportunidades a los jóvenes y aprovechar el bono generacional, afirmó la diputada Alliet Mariana Bautista Bravo.
La presidenta de la Comisión de Fomento Cooperativo y Economía Social apuntó que ante los actuales retos que enfrenta el país “las empresas solidarias son un puntal para pacificar y reconstruir el tejido social”.
En entrevista, urgió a dejar a un lado el sesgo político y consensuar el establecimiento de un esquema económico social, el cual ha demostrado ser útil y resistir las crisis cíclicas, incluso en naciones desarrolladas. En América Latina, como en Colombia, forma parte de los acuerdos para resolver los problemas sociales, agrego.
Aseveró que el tema se vincula con el enfoque del Ejecutivo federal para establecer regiones económicas en el país. “Hace falta una visión de Estado que defina el proyecto que se quiere en México y hacerlo conjuntamente con la sociedad”, con el propósito de posicionar el tema en las metas nacionales.
“La economía social es un modelo que puede replicarse en cualquier parte del país”, sobre todo, porque el problema de fondo es la desigualdad en la distribución de la riqueza. “No es una cuestión de pobreza, ya que somos una nación muy rica, pero lo que prevalece es la inequidad”, subrayó.
Bautista Bravo resaltó que en la búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria, las cooperativas son una vía real para lograrlo. “Debe entenderse que en el futuro no podemos vivir de manera egoísta e individualista como lo fomenta el sistema económico tradicional”.
Por ello, convocó a “revalorar el cooperativismo mediante el diseño de políticas integrales de Estado, que incluyan la atención transversal entre las instituciones y en el presupuesto”.
La diputada mexiquense sostuvo que urge una visión de largo plazo, pero tiene que iniciarse de inmediato para obtener los frutos, porque “nadie puede sentirse satisfecho de gobernar cuando más de la mitad de la población es pobre o enfrenta extrema pobreza, siendo un país tan rico en recursos naturales y humanos”.
Aseguró, incluso, que las empresas sociales garantizarán la sobrevivencia del ser humano en su hábitat, a través de una conexión, respeto y preservación de la naturaleza. Consideró que debe revalorarse el trabajo en equipo y las acciones colectivas basadas en los principios éticos del cooperativismo, como la solidaridad y la unión, de lo contrario, como sociedad no podremos sobrevivir.
“Necesitamos todos de todos y eso exige tener conciencia y lazos de comunión para que el tejido social se reconstruya y se ofrezca a la juventud oportunidades reales de trabajo y desarrollo”, ya que el esquema cooperativista atiende de forma integral a los socios y sus familias, agregó.
Consideró que en el enfoque transversal de las políticas públicas, se necesita promover una educación basada en los valores del cooperativismo, como la igualdad, ayuda mutua, democracia y conciencia por el entorno, para formar nuevas generaciones que tengan otra educación y se creen empresas conectadas con el cuidado del medio ambiente.
Llamó a la sensibilidad para preservar la naturaleza, ya que el país es privilegiado por la riqueza de clima y recursos naturales, “lo único que hace falta es una organización social distinta a la que tenemos”.