Los diputados federales Carlos Augusto Morales López y Carlos Reyes Gámiz presentaron a la Comisión Permanente un Punto de Acuerdo para que comparezca ante este órgano legislativo el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, para que explique las razones de la baja del pronóstico del Producto Interno Bruto en México y las posibles consecuencias y repercusiones para la economía nacional y las medidas a implementar ante esta problemática.

Asimismo, las causas de disminución en la recaudación del Gobierno Federal, en especial, por concepto de IVA y las afectaciones que esto representa a los ingresos de las entidades federativas y de las familias mexicanas; así como las acciones a emprender a efecto de revertir esta tendencia.

A fin de revertir el deterioro de la economía nacional, de los ingresos tributarios de la federación, su transferencia a los estados, de la cantidad y calidad de servicios públicos y la calidad de vida de la población, Morales López y Reyes Gámiz convocaron al secretario de Hacienda y Crédito Público a tomar medidas urgentes y conjuntas.

Refirieron que pese a los de por sí conservadores pronósticos económicos para el presente año del actual titular de esa dependencia, éstos han mostrado un comportamiento aún más negativo en los primeros meses de 2013.

Recordaron que durante la entrega del Paquete Económico para el actual ejercicio fiscal, el funcionario pronosticó un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3.5 por ciento, para llegar a 16 billones 715 mil  600 millones de pesos.

También previó hace casi un semestre una inflación de 3.0 por ciento, un tipo de cambio de 12.90 pesos por dólar, una recaudación federal de tres billones 576 mil millones de pesos y un gasto igual.

Recientemente, sin embargo, dicha Secretaría ajustó sus pronósticos y bajó el crecimiento del PIB a 3.1 por ciento, elevó la inflación a 3.93 por ciento y reportó hasta marzo una disminución de 1.0 por ciento en recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y de 4.8 por ciento en la del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Lo anterior significó una caída con respecto a las metas previstas en recaudaciones de 24 mil 500 millones de pesos. En el caso del IVA, la reducción en comparación con la meta es de 25 mil 700 millones de pesos.

Para abril, la caída por IVA era ya de casi 35 mil millones, pues de los 214 mil 962 pronosticados, sólo se obtuvo 180 mil 37 millones pesos, reducción equivalente a 16.2 por ciento.

Estas disminuciones –agregaron los diputados- no sólo afecta al Gobierno Federal, sino también a las 32 entidades del país –incluido el Distrito Federal- a través de la Recaudación Federal Participable, la que en el primer trimestre del año fue menor 6.4 por ciento en términos reales respecto a igual periodo de 2012.

A su vez, los recursos del Ramo 28, que comprende ingresos vía Participaciones Federales –recursos de impuestos federales administrados por las propias entidades y la recaudación de Incentivos Económicos derivados de Convenios de Colaboración Administrativa en Materia Fiscal Federal- cayeron 6.9 por ciento.

“Esto es bastante preocupante, ya que el último antecedente de una disminución de esta bolsa de recursos ocurrió en 2009, durante el curso de una de las más graves recesiones económicas que ha vivido México en los últimos años”, dijeron.

Hoy, como entonces, se afecta directamente a las haciendas públicas estatales y, por ende, a la atención de necesidades de sus ciudadanos, lo que se agrava con la séptima caída consecutiva del peso frente al dólar.

De acuerdo con el Informe Sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al primer trimestre de la SHyCP, las 32 entidades del país recibieron por participaciones federales sólo 183 mil 327 millones de pesos, 2.7 por ciento menos -cinco mil 84 millones de pesos- respecto a lo previsto.

Los estados con mayor afectación han sido Coahuila, Sinaloa, Nayarit, Chihuahua, Tlaxcala, Nuevo León, Baja California Sur, Aguascalientes, Colima, Tamaulipas, Morelos, Zacatecas, Durango y Chiapas, todas con mermas por encima del promedio nacional.

Lo anterior obliga a todas las entidades a recaudar más ingresos propios, lo cual repercute directamente en la economía familiar de los contribuyentes.

“En resumen –puntualizaron Morales López y Reyes Gámiz- la República se encuentra ante dos problemáticas que afectan seriamente las finanzas de la Federación: por un lado se reduce el de por sí reservado pronóstico del PIB de 2013, y, por otro, existe un detrimento en las recaudaciones”.

Consideraron una obligación del Congreso de la Unión contribuir con medidas a su alcance para revertir esta tendencia desalentadora, la cual se agrava por un mayor pesimismo del sector privado, cuyos analistas prevén un deterioro mayor al oficial. Por ello es “necesario convocar al titular de la hacienda pública federal a efecto de que detalle las posibles repercusiones para las mexicanas y los mexicanos sobre la problemática aquí plasmada, así como las perspectivas y acciones a desarrollar para reducir sus efectos”.