En el Congreso federal siguen los altos índices de ausentismo en las sesiones públicas ordinarias, pues este 16 de febrero solo se registró un quórum de 361 legisladores, de un total de 628.

Lo más sorprendente es que nadie se les descuenta el salario del día en que faltan al trabajo parlamentario, como ocurre en toda la burocracia y en los centros de trabajo del sector privado.

En la Cámara de Diputados la sesión de esta fecha se inició con 361 “representantes del pueblo”, de un total de 500, y algunos de ellos ya acumulan las 10 faltas consecutivas que obliga a desaforarlos en forma automática.

Otros diputados más sagaces e irresponsables llegan a pasar lista y luego se retiran, sin importar los temas que se estén discutiendo, como ocurrió el martes 14 de febrero, cuando se tuvo que suspender el trabajo parlamentario por falta de quórum.

En el Senado de la República la sesión de este jueves se inició con 69 de un total de 128 legisladores, pero el martes el trabajo parlamentario se inició con menos de una docena de ellos, lo que motivó que el senador Ricardo Monreal reclamara esta actitud de indiferencia, pero fue olímpicamente ignorado por el resto de sus colegas.

Así funciona en México el Congreso federal.