El diputado Edgardo Chaire Chavero informó que de acuerdo con la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en 2010 fueron deportados 13 mil 277 menores migrantes. 724 de ellos participaron en tráfico de drogas o de personas.
Agregó que en 2008, de 17 mil 772 niños repatriados, 173 reconocieron haber trabajado en pasar estupefacientes o con bandas dedicadas al tráfico de personas. En 2009, el número de niños enrolados en estos actos subió de 295 a 15 mil 993.
Mientras, según cifras del Instituto Nacional de Migración, las autoridades estadounidenses entregaron durante el 2011 a México, 11 mil 520 niñas, niños y adolescentes migrantes nacionales que viajaban solos y que fueron interceptados en la frontera sur de Estados Unidos.
A través de una iniciativa de reformas a la Ley General de Población presentada ante la Comisión Permanente, Chaire Chavero resaltó que la mayoría de las niñas y niños migrantes no acompañados que son repatriados provienen del centro del país, aunque también los hay originarios de ciudades fronterizas.
El 70 por ciento de repatriados a México son hombres y 30 por ciento mujeres; y los adolescentes de entre 13 y 17 años de edad constituyen más del 80 por ciento de la población infantil que emigra, añadió.
Mencionó que generalmente los niños, niñas y adolescentes que deciden viajar solos para cruzar la frontera de los Estados Unidos, lo hacen, ya sea buscando reunirse con sus familias o procurando un futuro mejor, mediante oportunidades de educación o trabajo, o por la necesidad de escapar de la violencia familiar, la trata o la explotación.
En otras ocasiones las niñas y niños migrantes indocumentados cruzan la frontera con sus padres o parientes, sin embargo, son separados de ellos por las autoridades migratorias norteamericanas y repatriados en una localidad distinta y alejada de aquella donde se les detectó, con la finalidad de dificultar la reunificación familiar y desalentar un nuevo intento de cruce.
Ellos son vulnerables a la explotación, a la trata por razones sexuales o laborales, al abuso físico y sexual, a la extorsión y los secuestros, así como a su utilización en el tráfico de drogas y personas, advirtió.
Destacó que a pesar de que existen una serie de medidas de protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados, establecidas en la Ley de Migración, no es materia de este ordenamiento legal determinar el proceso de repatriación de emigrantes mexicanos, sino de la Ley General de Población, la cual es absolutamente omisa respecto de la salvaguarda de los derechos de los menores.
Por ello, planteó adicionar un artículo 84 bis a la Ley General de Población para establecer las medidas necesarias, a fin de salvaguardar y proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes, durante y con posterioridad al proceso de repatriación.
La iniciativa, turnada a la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios, plantea que en el caso de niñas, niños y adolescentes repatriados, la Secretaría de Gobernación, en coordinación con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, los sistemas estatales DIF y del Distrito Federal dispongan de lo necesario para atender el interés superior de la niñez y la adolescencia.
Asimismo, les proporcionen la asistencia social que requieran para la protección y salvaguarda de sus derechos; se privilegie su estancia en lugares donde se les proporcione la atención adecuada, mientras se logra establecer contacto con sus familiares y se procure, siempre que esto no violente los derechos de la o el niño, el reencuentro con sus padres o familiares.