Los criminales han hecho un daño incalculable a México y, quizá, el más grande sea la desaparición de personas o los homicidios cometidos en la última década, reconoció el presidente Felipe Calderón.

Al rendir su sexto y último informe de gobierno, el segundo Presidente panista consecutivo dijo que e s fundamental resolver todos esos casos, recuperar la memoria de las víctimas y atender dignamente a sus familiares. “Queremos que México pueda vivir en paz”.

Y añadió: “A nuestra generación le tocó asumir los costos y los riesgos de una transformación ya impostergable en la política y en las instituciones de seguridad.

“Una reforma que, aunque comienza a dar ya algunos frutos, sus verdaderos resultados sólo se verán plenamente en el futuro.

Cierto, necesitábamos nuevas leyes, pero, también, necesitábamos nuevas instituciones de seguridad y de justicia.

“Y, por ello, hemos modernizado, equipado y depurado a la Procuraduría General de la República y, también, creamos una nueva Policía Federal a partir de la antigua Federal Preventiva.

Esta Institución se transformó de seis mil a más de 36 mil elementos que, por primera vez, están sujetos a mecanismos de Control de Confianza y a una capacitación.

“Y este ha sido el punto de partida, no sólo para contar con una moderna corporación policial Federal, con los mayores avances tecnológicos a su disposición, sino, también, para adoptar un nuevo modelo de policía civil, profesional y confiable para todo el país”.