México, D. F., a 10 de julio de 2012
Ante el embate en contra de los periodistas y los medios de comunicación, la Fundación para la Libertad de Expresión considera un acto de justicia que marca un nuevo rumbo la resolución de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del pasado miércoles 4 de julio, mediante la cual negó el amparo a un grupo de empresarios exhibidos por la revista Contralínea, en un reportaje sobre presuntos actos de corrupción entre servidores públicos y particulares, quienes se beneficiaron con múltiples contratos y licitaciones públicas.
El comunicado 138/2012 de la SCJN informó: "Entre los meses de enero de 2007 y diciembre de 2008, un grupo de periodistas –la mayoría colaboradores de la revista Contralínea– llevó a cabo una investigación para describir la forma en que un ex funcionario de Pemex, asociado con su cuñado y el hermano de éste, actuaron, a través de diversas sociedades como "cabilderos" o intermediarios en múltiples y cuantiosos contratos y licitaciones celebrados por Pemex y distintas empresas privadas dedicadas al sector petrolero.
"El objeto principal de las notas periodísticas consistió en destacar que, detrás de las contrataciones mencionadas, existía una red que permitiría la celebración de los contratos mencionados mediante el tráfico de influencias y actos de corrupción, situación que se vería agravada por los múltiples incumplimientos contractuales en que incurrieron las empresas contratantes.
"La Primera Sala sostuvo que las notas periodísticas cumplieron con el estándar de relevancia pública, pues en ellas se informó sobre temas de interés público, en relación con actividades desarrolladas por figuras públicas y mediante la divulgación de contenidos reforzados por una adecuada labor de investigación periodística”.
Mediante esta resolución de la SCJN, los periodistas Miguel Badillo, director de la revista; las reporteras Nancy Flores y Ana Lilia Pérez y el caricaturista David Manrique, quedaron absueltos de los reclamos de los empresarios, quienes deberán cubrir gastos y costos que provocaron a Contralínea durante todo el juicio.
La Fundación para la Libertad de Expresión reconoce la resolución sobre el derecho a la libertad de información en un contexto de investigación periodística y felicita a los funcionarios y trabajadores de Contralínea por mantener su ejercicio profesional, pese a las amenazas, presiones y agresiones físicas y legales sufridas por este caso desde septiembre de 2009.
En cambio, la Fundalex cuestiona el aparatoso y desproporcionado despliegue de fuerza pública ordenado y encabezado por la jueza del ámbito de lo familiar, Luz María Guerrero Delgado de Leija, ocurrido en Monterrey en contra de la periodista Sanjuana Martínez, probablemente como una venganza por las publicaciones realizadas en 2008, donde la integrante del poder judicial de Nuevo León fue exhibida por violar la confidencialidad del albergue para mujeres maltratadas, Alternativas Pacíficas.
En el caso, que tiene asidero en un juicio civil, el pasado 5 de julio fueron visiblemente violentados los derechos humanos de la periodista.
La Fundación para la Libertad de Expresión lamenta, asimismo, la muerte del joven becario de periodista para la agencia AP, Armando Montaño, de nacionalidad estadounidense, quien fuera encontrado sin vida en un edificio de la colonia Condesa, de la Ciudad de México, sin que hasta el momento se tenga noticias de sus victimarios.
La Fundalex exige a las autoridades premura en la investigación para encontrar a los asesinos de Montaño. El joven de 22 años tenía poco menos de un mes de radicar en México y entre otras notas, había cubierto la balacera de los policías de la Federal Preventiva en el Aeropuerto.
Con éste asesinato ya son once homicidios contra periodistas este año y 92 desde diciembre de 2000.
También es una petición urgente para los tres niveles de Gobierno en Tamaulipas, para dar con el paradero del mexico-estadounidense Zane Alejandro Plemmons Rosales, periodista y editor independiente, quien desapareció en Nuevo Laredo el 21 de mayo pasado.
Según reportes de prensa, fue visto por última vez alrededor de las 10 de la noche cuando salió a tomar fotografías de una balacera cerca del hotel “Alameda” en el que se hospedaba, ubicado en el centro de la ciudad. Esa misma noche, dos hombres armados acudieron a la recepción del hotel, exigieron las llaves de la habitación de Plemmons y se llevaron todas sus pertenencias. Días después de los hechos, el hotel fue cerrado.