La Cámara de Diputados aprobó en lo general y particular, el dictamen que endurece las penas por tomas clandestinas de hidrocarburos y reconfigura el tipo penal para que el Ministerio Público y la autoridad judicial puedan tener mayores elementos jurídicos para castigar el robo de combustibles y su comercialización.

Con 366 votos a favor, 17 en contra y 3 abstenciones, se avaló en lo general el documento que modifica los códigos Penal Federal, Federal de Procedimientos Penales y Fiscal de la Federación, así como las leyes federales de Extinción de Dominio, Reglamentaria del Artículo 22 de la Constitución Política, y contra la Delincuencia Organizada.

El documento, remitido al Senado de la República para sus efectos constitucionales, considera la progresividad en las penas derivadas de la cantidad de litros de combustible que sean sustraídas o se posean de manera ilícita.

Destaca que la cantidad de 300 litros o menor se castigará con pena de prisión de seis meses a dos años y de 100 a 500 días de multa, y si la cantidad es igual o mayor a 2 mil litros, se sancionará con pena de prisión de 4 a 11 años y de mil 200 a 13 mil días de multa.

Establece tipos penales que provean y sancionen el almacenamiento, transporte, suministro, ocultamiento, distribución y comercialización ilícita de los hidrocarburos, catalogándolos como delitos graves y de delincuencia organizada.

También, dota al Ministerio Público y a la autoridad judicial de nuevas herramientas, a fin de que se pueda investigar, perseguir y sancionar con mayor eficacia y oportunidad a la delincuencia.

Al fundamentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Justicia, diputado Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez, expresó que con estas reformas se busca afrontar el terrible flagelo del aumento exorbitante de la toma clandestina y la comercialización ilegal de combustibles.

Mencionó que el mercado ilícito y robo de combustibles en el país son un problema de seguridad nacional; es un fenómeno que frena el desarrollo económico, limita la productividad y aumenta los costos de operación de las empresas de forma directa e indirecta, e  impide la generación de negocios y disminuye la inversión.

Esta actividad indebida, refirió, se ha incrementado en forma descomunal, pues en 2010 se presentaron 845 denuncias; en 2011, mil 570; en 2012, mil 949 y durante 2013 se presentaron tres mil 267; hasta septiembre de 2014 han sido tres mil 566 denuncias.

“No pasa desapercibida para ninguna persona la grave problemática que estamos enfrentando con el crimen organizado en materia de robo de hidrocarburos, a través de la ordeña de ductos de la ahora empresa productiva del Estado, Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios. No podemos permanecer pasivos ante estos hechos”, afirmó.

Pacheco Rodríguez expuso que la legislación penal en materia de hidrocarburos ha sido rebasada con la ejecución de diversas conductas, tales como almacenamiento, transporte, comercialización, suministro y distribución ilícitos de hidrocarburos; por ello, dijo, se requiere una reforma para combatir de manera frontal y determinante estas conductas y evitar con ello la impunidad.

El dictamen, aseguró, es el instrumento jurídico para evitar que el crimen organizado siga desplegando estas conductas y otras más. “Los gasotraficantes son miembros de organizaciones que han encontrado financiamiento mediante la obtención ilícita de recursos, a través de la sustracción, almacenamiento, distribución, suministro y comercialización ilícita de combustibles”, agregó.