Ley Orgánica de la Administración Pública Federal con que pretendía armar una súper-Secretaría de Gobernación como estaba conformada en los mejores tiempos de control político que caracterizó PRI de aquellos años.

Así las cosas, el presidente Peña Nieto tendrá que integrar este sábado su gabinete con la estructura administrativa que le hereda el panista Felipe Calderón Hinojosa y deberá nombrar a un Secretario de Seguridad Pública federal y a un titular de la Función Pública.

Como se sabe, el nuevo inquilino de Los Pinos pretendía desaparecer ambas dependencias e integrarlas a la Secretaría de Gobernación, donde tendrían un solo mando a través de lo que llamaría Gendarmería.

Todo esto se vio frustrado porque a pesar de que en la Cámara de Diputados se aprobó la nueva Ley Orgánica que propuso Peña Nieto para empezar su mandato con un esquema novedoso para establecer un mejor sistema de seguridad púbica a lo largo y ancho del país, en el Senado de la República se frenó este intento.

Frustrado por no haber cumplido con la tarea que le dejó Peña Nieto, el líder de los senadores priístas, Emilio Gamboa Patrón, salió para informar a los reporteros que “hice mi mejor esfuerzo para sacar adelante esta reforma, pero aunque no se pudo, no se puede considerar como una derrota de nuestro grupo parlametario”.

Por su parte, los líderes de las bancadas del PAN, PRD y PT, se mantuvieron en su exigencia de que agregara a dicha Ley que los nombramientos de los mandos de seguridad pública dependientes de Gobernación, sean sometidos a la confirmación del Senado de la República, a lo que se opusieron los priístas y así se cerró el capítulo sin aprobar lo que pretendía Peña Nieto.