Por Guillermo Pimentel Balderas
Con una inversión cercana a 750 millones de pesos, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Enrique Martínez y Martínez, anunció la construcción de una nueva Planta de Cría y Esterilización de Mosca del Mediterráneo (Moscamed) para coadyuvar a que México conserve la condición fitosanitaria de país libre.
La nueva planta será construida en Metapa de Domínguez, Chiapas, con una inversión de 749.9 millones de pesos y permitirá a México remplazar la actual, la cual, después de 35 años en operación, ha sufrido un desgaste natural.
La planta será la más moderna en su género a nivel mundial, pues incorporará el uso de tecnología de punta para la optimización de los procesos de cría masiva de insectos, además de que será construida de acuerdo con las normativas para preservar el medio ambiente.
La SAGARPA, a través de un comunicado de prensa, expuso que comenzará a funcionar en 2015 esta planta y tendrá una capacidad de producción de mil millones de pupas (estado por el que pasan los insectos para transformarse de larva a adulto) por semana y se edificará en los mismos terrenos en donde se encuentra la actual, cuya capacidad de producción es de 500 millones de pupas semanales.
Indicó que su construcción obedece al interés del Gobierno Federal por modernizar la infraestructura existente y optimizar la Técnica del Insecto Estéril, así como para reforzar y ampliar la barrera biológica en el sur de México --a lo largo de la frontera de Chiapas y Guatemala-- para evitar el ingreso de la Mosca del Mediterráneo al territorio nacional.
“La Moscamed (Ceratitis capitata) es considerada como una de las diez plagas agrícolas de mayor importancia económica y de las más devastadoras de la producción agrícola en el mundo, resaltó.
Menciono que el programa trinacional (México, Estados Unidos y Canadá) de Moscamed es exitoso, ya que ha mantenido al país libre de esta plaga, cuya incursión causaría daños directos en la producción y comercialización de más de 250 productos de frutas y hortalizas, como mango, jitomate, naranja, mandarina, toronja, papaya, guayaba, café y durazno.
Señaló que a lo largo de 30 años, los beneficios netos generados por el Programa Moscamed están valuados en cerca de siete mil millones de dólares anuales, al preservar de esta plaga a productores hortofrutícolas de todo el país.
Explicó que para la elaboración de este proyecto, se contó con la experiencia de profesionales altamente calificados de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y con la asesoría de expertos internacionales en el diseño y operación de este tipo de infraestructura.
“Originaria de África, se ha diseminado a través del Mediterráneo a la mayoría de las áreas tropicales y subtropicales del planeta. En Centroamérica, la plaga llegó por Costa Rica en 1955 y se fue extendiendo por el territorio centroamericano”, apuntó.
Ante esta amenaza, puntualizó, México en 1975 firmó un convenio con el gobierno de Guatemala, al cual se unió posteriormente el de Estados Unidos con el fin de prevenir el ingreso de la plaga y, si fuera el caso, erradicarla de la región de Norteamérica.
Actualmente, agregó, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) y el SENASICA operan el Programa Moscamed, cuyo objetivo es mantener una barrera mínima de 100 kilómetros en la frontera sur para evitar su propagación hacia México.
Afirmó que la técnica del insecto estéril, o control autocida, consiste en liberar moscas estériles de calidad en los lugares donde se detecte la plaga, con la finalidad de que la mosca estéril, copule con una fértil y rompa el ciclo de reproducción.
Añadió que los insectos no reconocen fronteras, por esta razón se cuenta con un sistema de vigilancia a través de trampas que se colocan en áreas de riesgo en todo el país, tales como: aeropuertos, centrales camioneras, centrales de abasto, rutas de viajeros y sitios turísticos para detectar oportunamente cualquier introducción de la plaga.
“Por ejemplo, en el territorio chiapaneco y sur de Tabasco hay un programa de vigilancia epidemiológica con aproximadamente 18 mil trampas y, según los resultados, se ejecutan las acciones para la liberación de la mosca estéril, la recolección de fruta, el control químico o mecánico, entre otras”, precisó.