Senadores del PRD refrendaron su rechazo al contenido de la reforma laboral, porque es una legislación que precariza el empleo, abarata el salario, facilita el despido y daña profundamente los derechos del trabajador.
Al exponer sus argumentos en tribuna, la vicecoordinadora del grupo parlamentario del PRD, Dolores Padierna Luna, afirmó que “hoy se consuma la contrarreforma laboral” y que es un proyecto hecho “a modo” de los patrones, que son los grandes beneficiados de esta ley que va a cambiar la estructura laboral de México.
“La parte que contiene todos los artículos de flexibilización laboral pasarán a la historia de una ley de libre despido, la ley que sobre explota a la fuerza de trabajo, precariza el empleo, abarata el salario, que considera la mano de obra como cualquier mercancía, sin considerar al empleo como un derecho humano”.
Padierna Luna dijo que el PRD en el Senado acudirá ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que haga valer la Constitución, ya que es una instancia que tiene facultades en materia laboral.
“Se pasa por alto no sólo a la Constitución, sino 28 tratados internacionales ratificados por el Senado de la República en materia de estabilidad laboral, de seguridad social, trabajo infantil, de libertad sindical, contratación colectiva”, detalló la senadora por el Distrito Federal.
Aseguró que “todos los artículos que se reforman en esta ley abonan a la pérdida de la estabilidad laboral, los contratos a prueba, los contratos temporales, de capacitación, imponen la predominancia del empleo temporal y con ello, paulatinamente, irá desapareciendo el trabajo fijo”, explicó.
Por su parte, el Senador Alejandro Encinas Rodríguez aseguró que la clase trabajadora vive el peor de sus días, porque “hoy se conculca un derecho social, una garantía fundamental a la estabilidad, a la permanencia del empleo y al derecho a un salario remunerado”.
“Los días históricos los marcan las hazañas, las derrotas, o las tragedias, y hoy los trabajadores, la inmensa mayoría de los mexicanos están viviendo un día de verdadera tragedia, porque estamos llegando sin lugar a dudas a la conformación del mayor agravio que hayan vivido los trabajadores mexicanos desde 1917”, sentenció.
Recordó que es la primera vez en el país en que se enfrenta una reforma con “verdadero contenido de clase”, en el que se contempla mantener un privilegio para unos cuantos y se afecta el interés de la mayoría trabajadora del país.
“Es una lástima que este Congreso se incline nuevamente ante el poder del dinero, porque con la reforma de hoy no solamente se fragmenta la jornada de trabajo, sino continúa el deterioro profundo en el ingreso y el salario de los trabajadores”, añadió.
Señaló que con las reformas que hizo la colegisladora se mantiene intacta la estructura corporativa que permite el control de los trabajadores mexicanos, y “al mismo tiempo la impunidad con que muchos de estos actúan en corrupción”.
“Yo lamento que Acción Nacional en la Cámara de Diputados no haya honrado su palabra, ya nos dimos cuenta de que el coordinador del PRI en la Cámara de Diputados pastorea un rebaño que va más allá de la bancada de su partido, bueno, ya lo pastoreaba en el Senado, los sigue pastoreando en la Cámara de Diputados”, aseguró.
Afirmó que el PRD honrará su compromiso y cumplirá con su palabra, pero fundamentalmente asumirá su encargo con los trabajadores mexicanos, para combatir esta ley que hoy conculca los derechos de éstos.
En tanto, el senador por Michoacán, Raúl Morón Orozco, señaló que en los últimos meses, los trabajadores, organizaciones y legisladores de izquierda se han pronunciado por una reforma laboral que garantice condiciones reales de empleo, que protejan al trabajador como un deber social y que se rescate el principio de estabilidad en el empleo.
“Los trabajadores merecen un trato digno, sin merma de sus derechos históricos y sin olvidar que el derecho laboral es fundamentalmente proteccionista del trabajador y no del empleador, “por la simple y sencilla razón de su naturaleza social y su función de generar condiciones de equidad y equilibrio entre dos sectores con intereses diametralmente opuestos”.
Consideró que la salida que se pretende encontrar (mediante la aprobación de la reforma) para estabilizar la crisis económica “es equivocada” y no puede ser a costa de los derechos de los trabajadores de México.
Dijo que respecto a esta reforma, organizaciones internacionales como CEPAL, el Banco Mundial o la Organización Internacional del Trabajo han expuesto que dichas modificaciones transgreden el derecho de los trabajadores y que las modificaciones son incompletas.