El Tratado sobre el Comercio de Armas de la ONU, suscrito por México el pasado lunes en Nueva York, servirá para sellar nuestras fronteras del norte y sur, así como para desarmar a mediano plazo en un 80 por ciento al crimen organizado, aseguró la senadora María Verónica Martínez Espinoza.
Este instrumento jurídico que regula la venta-compra de armamento y municiones entre países bajo la supervisión de la Organización de las Naciones Unidas, a fin de evitar que éstas lleguen al mercado negro, permitirá el ingreso al territorio nacional de un menor número de armas, y por ende, que las organizaciones delincuenciales estén menos blindadas, menos armadas, para lograr sus objetivos, destacó en entrevista.
“Tengo mucha fe que así va a ser, que al ir copando a estas fuerzas delincuenciales, limitando los instrumentos que tienen para ejercer la violencia, poco a poco tendrá que notarse dentro de nuestro territorio esa paz y esa tranquilidad que ya exigimos todos”, declaró la legisladora integrante de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara Alta.
Sin embargo, señaló la necesidad de cambiar toda la plantilla de trabajadores que ocupará las aduanas en las fronteras, y se busquen los perfiles adecuados para asignar esos espacios, con el propósito de impedir cualquier instrumento ilícito que afecte a nuestra seguridad, como las armas.
De ahí, la importancia de que todas las naciones cumplan al 100 por ciento el citado tratado internacional, y en especial nuestro Gobierno y el de Estados Unidos, para blindar la frontera norte y sur del país, manifestó la senadora por el estado de Jalisco.
En el caso de que las autoridades norteamericanas no cumplan con su parte, recordó que existen canales diplomáticos para exigir esa corresponsabilidad, es decir, para que acaten todas las disposiciones del Tratado sobre el Comercio de Armas.
Sobre el particular, subrayó que la administración del Presidente Enrique Peña Nieto está decidida a devolver la paz a la República Mexicana y que sea vista por las demás naciones como responsable y respetable por el cumplimiento que hace de las leyes.
Por todo lo anterior, Martínez Espinoza indicó que una vez que el citado tratado llegó al Senado para su ratificación, éste sea aprobado por todas las fuerzas políticas porque es en bien del país, y no de un partido.
Una vez avalado en los términos como viene, agregó, tendrán que pasar 90 días para lograr que alcance el rango constitucional y la obligatoriedad por parte de México de cumplirlo, conforme al artículo 133.