La secretaría de Relaciones Exteriores puso en marcha el Programa de Repatriación Voluntaria al Interior 2011, el cual estará vigente hasta el 28 de septiembre del presente año.

Esta repatriación se lleva a cabo conjuntamente con el gobierno de Estados Unidos y busca evitar fallecimientos de personas que intentan ingresar al vecino del norte de manera indocumentada por las rutas de alto riesgo y peligrosidad, como son las zonas desérticas de Sonora y Arizona.

Desde el inicio del programa en 2004 se han repatriado de manera voluntaria y segura más de 116 mil mexicanos, quienes se encontraban en condiciones de desgaste físico serio. En 2010 participaron 23 mil 383 mexicanos en el Programa, principalmente oriundos de los estados de Puebla, Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas.

Los nacionales mexicanos indocumentados que son asegurados por las autoridades estadounidenses en la zona desértica de Arizona son entrevistados por personal del Consulado General de México en Nogales, quienes verifican que su participación en este Programa de Repatriación sea voluntaria y les proporcionan asistencia consular. Asimismo, se brinda especial atención a las personas más vulnerables, a través de la representación consular, así como por agentes del Instituto Nacional de Migración, Repatriación Humana y Grupo Beta.

La repatriación de aquellos connacionales que voluntariamente hayan expresado su decisión de regresar a territorio nacional y de participar en este Programa tiene lugar  en un vuelo diario de Tucson, Arizona a la Ciudad de México, para de inmediato ser trasladados por carretera hacia sus comunidades de origen sin costo alguno para ellos.

Los agentes de Repatriación Humana y Grupo Beta participan en la recepción de los migrantes en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. A su arribo les brindan alimento, apoyo y asistencia médica, con especial atención a los menores de edad.

Como cada año, el Gobierno de México vigilará que los procesos de repatriación se conduzcan con seguridad para los migrantes, con orden, pleno respeto al principio de voluntariedad y con estricto apego a los derechos humanos