En el marco de la discusión en torno a la interconexión, tarifas, competencia y triple play, el usuario es quien paga los “platos rotos”, porque nadie se preocupa de las penalidades de 88 millones de mexicanos que cuentan con un teléfono móvil y que diariamente son presa de las telefónicas, quienes cobran por el mal servicio que prestan, aseguró el senador Javier Orozco Gómez.
Ante esta problemática, criticó a la “única compañía” en México que de manera unilateral ofrece explicaciones burdas por el daño económico causado a sus usuarios, a raíz de las fallas que constantemente presentan las redes de Telcel.
“No es el hecho de que Telcel regale 40 pesos en tiempo aire o 50 minutos a planes tarifarios, se trata de una falta de respeto al usuario, quien desconoce que existen otras opciones que no han podido crecer porque Telcel no se los permite”; puntualizó.
Destacó que cada usuario de Telcel pierde alrededor de 160 pesos mensuales en promedio por las fallas existentes en su red, y hasta el momento la Procuraduría Federal del Consumidor no ha podido resolver las quejas presentadas debido a la pésima calidad del servicio que presta la empresa telefónica.
“Es más, no ha faltado quien proponga la intervención de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para declarar a Telcel como “producto milagro”; lo que no es descabellado, ¡milagro! que no se te corte una llamada al inicio o a la mitad y tengas que volver a hacerla. ¡Y claro! te la cobran”, subrayó.
El también integrante de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, lamentó esta situación que obliga a la SCT y a la propia Cofetel, a resolver de inmediato y en todo caso sancionen a los concesionarios y permisionarios con montos equivalentes al daño económico nominal causado a los usuarios por las interrupciones del servicio.
“Lo que debe entender el usuario, al margen de llamar a su compañía celular, o asistir a los centros de atención al cliente, es que en México existe una compañía que no permite una buena prestación de servicios y que se tarda días en dar una explicación, y a su real y santo criterio compensa sus fallas”, precisó.