El porcentaje de mexicanos viviendo en Estados Unidos pasó de 5% en 1990 a casi 10% de nuestra población actual.
La mediana del ingreso de los nacidos en México que viven en Estados Unidos es aproximadamente un tercio menor al de la población blanca no hispana de ese país.
La medición de la pobreza en México abarca únicamente al conjunto del territorio nacional, sin embargo en la actualidad diversas fuentes de información estadounidense muestran que al menos una cuarta parte de los connacionales que viven en la Unión Americana se hallan en situación de pobreza, de ahí que el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) presente el documento escrito por el Mtro. Rafael López Vega: “Mexicanos en pobreza radicados en el país y en Estados Unidos”.
Es triste que el éxodo de mexicanos que van en búsqueda del “sueño americano” se torne -por diversas circunstancias- en una pesadilla, es evidente que el número de pobres en México se ha incrementado, pero el hecho de avecindarse en los estados Unidos no los exime de vivir en condiciones de pobreza de acuerdo a los estándares de dicho país.
Durante las últimas tres décadas, los estudios de bienestar social de injusticia y de desigualdad social se movieron a un segundo plano frente a un nuevo problema, la pobreza y la atención que se les debería de prestar a estos grupos vulnerables, que si bien no era algo nuevo, si se convirtió en el objeto central de la atención de la política social. En este mismo periodo se experimentó en México una especie de aceleración en la salida de la población al extranjero, la migración de personas de la cual el gobierno pudo dar cuenta en aquel tiempo y que poco después formalizara estudios en este sentido con el primer estudio contemporáneo de la migración hacia los Estados Unidos, mismo que se presentó en el “Estudio Binacional México en Estados Unidos”.
Hoy en día en los Estados Unidos se presta ayuda alimentaria a familias catalogadas como pobres, en tanto en México ha habido programas de abasto popular de productos básicos, cabe recordar que en el año 2012 se detonó la Cruzada Nacional contra el Hambre, no obstante el número de mexicanos que emigra al vecino país del norte nunca se ha detenido. Si bien su número total en aquel país se ha estabilizado desde hace más de un lustro, según los datos disponibles pasó de alrededor de cuatro millones en 1990 a 9.3 millones en el 2000, y para el 2014 la cifra se mantiene en alrededor de 12 millones. Esta cifra es un elemento a considerar en las relaciones políticas binacionales que dicho sea de paso, ocurrió al iniciar e siglo XXI, hoy esto es inclusive materia de política pública que busca contar con elementos cuantitativos precisos para informar las cond iciones de vida y de trabajo de aquellos Mexicanos que residen en Estados Unidos, pues a pesar de que residan en aquel territorio, los vínculos con la familia, con sus comunidades de origen y con los propios gobiernos persisten en diferente grado, así, después del año 2000 se generó una corriente inusual de retorno, con lo que surgió una nueva necesidad, acciones estratégicas y programas del gobierno mexicano para atender a la población mexicana en la Unión Americana, las cuales precisan de una evaluación integral a fin de lograr impactar en el mejoramiento de sus condiciones de vida.
El porqué de la pobreza encuentra distintas explicaciones y enfoques. En la pobreza hay carencia de recursos y medios para hacer efectiva una mejor situación de vida, esto implica diversos ámbitos, el económico, en donde se buscan empleos formales estables y con salarios adecuados; sociales, salud, educación y vivienda para conformar una familia.
En 2015 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) llevó a cabo el levantamiento de la Encuesta Intercensal 2015, tal vez sus resultados permitan actualizar parte del conocimiento sobre la dinámica reciente de la migración internacional entre ambos países.