El senador Francisco Búrquez manifestó que la inminente creación de la Secretaría de Cultura “es una enorme irresponsabilidad cuando a los ciudadanos se les aprieta cada vez más el cinturón.Desde que inició este gobierno cada mexicano paga un 80 por ciento más de impuestos y la deuda pública se ha disparado hasta más del 50 por ciento de la riqueza de la nación.Los ciudadanos no están para bromas y sus bolsillos mucho menos.”
Pese a que la iniciativa prevé que la Secretaría ejerza solo los recursos aprobados para la CONACULTA, Búrquez señaló que “la minuta contiene un transitorio que le da la vuelta, al permitir que el Presidente de manera discrecional destine recursos adicionales a la Secretaría y lo peor es que ahora, con rango de Secretaría, crecerá sin límites. Quizás no lo veremos ahora, pero sí en futuros presupuestos. Llegará un nuevo Secretario con su séquito de subsecretarios, jefes de unidad, directores generales y un largo etcétera. Todos ellos con sus nuevos coches, sus chóferes, sus teléfonos ilimitados, sus seguros privados y toda la serie de privilegios a los que ya nos tiene acostumbrada la alta burocracia de México”.
Ante aquellos que defienden la creación de la Secretaría para que el Estado promueva la cultura el Senador por Sonora respondió que “es precisamente ahí donde está el mayor error. La clase política y los burócratas creen que es papel del Estado controlar cualquier aspecto de nuestras vidas y, por supuesto, nuestra cultura. Detrás de la Secretaría de Cultura se esconde la idea de que el gobierno debe imponer a toda la sociedad una previa concepción de cómo debemos manifestar nuestra cultura, nuestras ideas, nuestras expresiones artísticas y nuestros valores. No debe ser así.”
"Cuando el gobierno administra los caramelos del presupuesto termina entregándolos a aquellos proyectos culturales que se alineen políticamente a sus ideas. Burocratizar, politizar la cultura implica censurarla, implica perder la esencia de la cultura: la libertad para crear",añadió.
Por todo ello, Francisco Búrquez concluyó que “debemos limitar al gobierno para empoderar al ciudadano. En particular, debemos enfrentarnos ante un gobierno que pretende meterse hasta en la cultura gastando nuestro dinero. Esos recursos pertenecen a los ciudadanos y deben ser ellos quienes decidan el tipo de cultura que quieren y de qué manera van a desarrollarse intelectual y artísticamente”.