Héctor Carlos Salazar Arriaga, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), afirmó que para enfrentar la crisis alimentaria que ya está presente en el mundo y en la mesa de los consumidores mexicanos, debemos realizar un gran acuerdo en el sector agroalimentario, como complemento al Pacto por México, para reconstruir las cadenas productivas, elevar la productividad y mejorar nuestra competitividad con la dirección y regulación del Estado.

El dirigente nacional de los maiceros, ante más de 300 delegados de todo el país, señaló que también deben combatirse los poderes fácticos, aquellos que se ejerce al margen de los cauces formales y del Estado y que se sirve de su autoridad informal o su capacidad de presión económica para influir políticamente en la sociedad.

“Y, no me refiero necesariamente a la delincuencia organizada, porque hay poderes económicos que no dejan avanzar al resto de la sociedad ni a lograr sus niveles de desarrollo o proyectos de vida; incluso, yo diría que muchos que engrosan las filas de la economía informal y de la delincuencia organizada están ahí, precisamente porque su proyecto de vida fue truncado por los abusos de estos poderes fácticos”, dijo.

Salazar Arriaga, consideró un gran reto del nuevo gobierno federal enfrentar estos poderes fácticos, como asunto prioritario que, inclusive, se estableció en el Pacto por México.

“Tenemos un nuevo Gobierno y una terca realidad en el sector, pues en los últimos dos años fue agravado por una administración saliente que desmantelo el esquema de Agricultura por Contrato y dejó a millones de agricultores de 11 productos agropecuarios sin protección en los precios.

Además, permitió el ingreso indiscriminado de importaciones no sólo de maíz, sino también de más de 300 fracciones arancelarias que dejaron prácticamente al sector en la competencia mundial sin acuerdos o tratados comerciales, y lo peor es que desgravaron los aranceles sin negociar nada a cambio, ya que entendemos que sólo fue para favorecer a un clan de importadores que no le apuestan al desarrollo del campo ni a México”.

El agricultor coahuilense dio una fraternal bienvenida al nuevo Gobierno Federal que encabeza Enrique Peña Nieto y los funcionarios que quedaron al frente de las dependencias que atienden al sector, e indicó que sortean la esperanza de que el Presidente de México aproveche la oportunidad de imprimir un nuevo sentido a la política agropecuaria y de desarrollo para nuestro país.

Resaltó que la CNPAMM, de manera oportuna, envió en diferentes momentos su análisis sobre la problemática y oportunidades del sector, así como las propuestas de política pública, no sólo de la rama de producción del maíz, sino también del sector agropecuario en general.

Aseguró que en la campaña del entonces candidato a la presidencia Enrique Peña Nieto, hicieron sus propuestas, y que luego con el equipo de transición las ratificaron, siendo testigos files diferentes medios como foros, asambleas y espacios periodísticos, pues se tuvo la oportunidad de reiterarlas. “Ahora, lo que esperamos es que los nuevos funcionarios las tomen en cuenta”, subrayó.

Por su parte, Juan Pablo Rojas Pérez, secretario general de la CNPMAC, convocó a los auténticos productores de maíz y de otros granos a la UNIDAD, así como insistió en reiterar que “nosotros los que aportamos las materias primas de la canasta básica mexicana, sabemos y podemos caminar de manera organizada, para poder lograr precios justos para los insumos y producción”.

Indicó que próximo a establecerse el 100% de la cosecha del ciclo Primavera-Verano 2012, al parecer los intermediarios y grandes consumidores de la producción están logrando su gran triunfo, justo cuando se está viviendo el cambio de estafeta en la administración pública, desde lo municipal hasta lo federal; y cuando está culminando el 2012.

Rojas Pérez, al dar a conocer el informe de resultados de la gestión de la CNPAMM y de la CNPMAC, en su primer año de gestión, insistió en apuntalar a las organizaciones de productores, así como empujar en el tema de las tecnologías existentes en el mercado ante la limitada aplicación por parte de los agricultores mexicanos.

También, abonó por una banca de desarrollo consiente y sensible a las necesidades del sector, al tocar el tema de los recursos económicos para invertir en el campo (subsidio y crédito).

Luego, al referirse a los precios del maíz y otros productos, los consideró de risa; pues dijo que no hay condiciones equitativas entre productor y consumidor, por lo cual “para ello hay que lograr que se vuelvan a establecer las mesas de negociación entre gobierno, grandes consumidores y/o acaparadores (especuladores) y nosotros los productores”, apuntó.