Por Guillermo Pimentel Balderas
El Coordinador General del Congreso Agrario Permanente (CAP), Juan Leyva Mendívil, propuso al Gobierno que encabezará Enrique Peña Nieto un programa emergente de producción de básicos.
Esto, dijo, porque existe el grave riesgo que enfrenta la soberanía alimentaria con las crecientes importaciones de alimentos que se ubican en 42% y la población rural con los grupos del crimen organizado que imponen cuotas o alientan la siembra de cultivos ilegales.
Leyva Mendívil, afirmó lo anterior en la inauguración de los trabajos del Consejo Nacional del Congreso Agrario Permanente, en Pachuca, Hidalgo, y aseveró que con la llegada de una nueva administración federal que encabezará el Presidente Electo Enrique Peña Nieto, se le propone una nueva política para el campo, de auténtica justicia, equidad y transparencia en la aplicación de los programas dirigidos al sector.
“Estamos cansados que el Gobierno federal vea en las organizaciones campesinas una cueva de vividores e imponga múltiples Reglas de Operación que sólo propician tardanza en la aplicación de los recursos y discriminación en los programas”, puntualizó.
El dirigente del CAP en turno, a nombre de los 11 líderes agrarios, propuso también al Gobierno de Enrique Peña Nieto implementar un plan emergente para la producción de maíz, fríjol, azúcar y leche, y en general de los productos básicos y estratégicos que el país necesita para garantizar la soberanía alimentaria manteniendo los apoyos necesarios como es el Procampo.
Igualmente planteó la instrumentación de programas de apoyos para la formación del mayor número posible de pequeñas empresas rurales en manos de los productores, hacer real la PYME Rural, con lo cual se propicie el apropiamiento de los campesinos y pequeños productores de todos los eslabones de los procesos productivos agropecuarios.
Mencionó que el compromiso del CAP es elaborar la propuesta de Nuevas Políticas Públicas y Programas para el Campo, la conformación de un Programa Especial Concurrente del Presupuesto de Egresos 2013, simplificación de Reglas de Operación y la firma de un Nuevo Pacto para el Campo.
“En general, se trata de hacer las propuestas necesarias que el Ejecutivo Federal apruebe y aumente los recursos destinados al campo, pero con una estrategia que asegure que estos recursos lleguen a quienes y a donde más se necesitan y, el Estado garantice la seguridad y soberanía alimentaria, pero con producción nacional”, destacó.
Leyva Mendívil lamentó que después de 20 años de modificado el artículo 27 Constitucional y de aplicarse el TLCAN, ninguno de los dos esquemas dio los resultados ofrecidos por el Gobierno Federal en turno (PRI).
En este mismo período, agregó, se aumentó la importación de maíz en 50% del consumo; 95% en soya; 57% en trigo; 50% en carne; y 30% en fríjol, mientras que México se ubicó en el primer lugar en el mundo como país importador de leche en polvo.
A juicio de Juan Leyva Mendívil, el modelo de política agropecuaria que se definió y aplicó en México en estos años (PAN), debilitó la estructura productiva del agro nacional y se orientó a beneficiar a un pequeño grupo de grandes empresarios del campo y al sector de intermediarios y comercializadores.
Por ello, advirtió que “de no enmendar este punto, existe el riesgo real de un mayor empobrecimiento en el medio rural e indígena y de empujar a muchos campesinos a abandonar sus tierras y emigrar a las ciudades que no están preparadas para recibirlos o intentar llegar a Estados Unidos, que en este momento tiene un fortísimo e inhumano programa antiinmigrante”.