Georgina Hernández Delgado, investigadora del Centro de Ciencias Genómicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advirtió que el uso indiscriminado de fertilizantes ha ocasionado contaminación grave de ríos y lagos, cambiando el entorno de los ecosistemas, y afectando los cultivos.
Añadió que la genómica agrícola debe ser apoyada por el Estado, a través de la regulación y control de calidad de estos fertilizantes, así como investigación orientada para cada cultivo, lo cual permita la competitividad del campo a nivel internacional.
La investigadora participó en la mesa de trabajo “La genómica agrícola y su impacto en el desarrollo económico nacional y la creación y desarrollo de empresas con base científica y tecnológica”, en la Cámara de Diputados, donde Enrique Galindo Fentanes, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, se pronunció por legislar a favor de los investigadores que tienen el propósito de formar parte de proyectos innovadores que generen empleos y crecimiento del país.
Alfredo Herrera Estrella, director del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio- Cinvestav), mencionó que el principal obstáculo al que se enfrentan los científicos es la falta de infraestructura dirigida a la investigación.
Resaltó que la genómica agrícola permitirá promover el incremento de la siembra de temporal y algunos usos biotecnológicos que podrían derivarse de la secuenciación de especies relacionadas, así como ampliar las posibilidades de utilización del cultivo en la alimentación y la industria.
En su turno, Francisco Larqué Saavedra, investigador del Centro de Investigación Científica de Yucatán, dijo que para avanzar en las investigaciones sobre mejoramiento de los cultivos es preciso implementar proyectos que respeten la biodiversidad, bajo normas que aminoren el cambio climático.
Posteriormente, en la Mesa “La Creación y Desarrollo de Empresas con Base Científica y Tecnología (EBCyT)”, Jorge Vázquez Ramos, director de la Facultad de Química de la UNAM, consideró que para el desarrollo de la investigación en la ciencia y tecnología es necesaria la aportación de más recursos del gobierno federal y de los empresarios.
Subrayó que la unión entre académicos y empresarios contribuirá al crecimiento del conocimiento y, por ende, fortalecerá la ciencia y tecnología a nivel productivo.
Jorge Cadena Iñiguez, investigador del Colegio de Posgraduados, dijo que se debe hacer del desarrollo científico, tecnológico y de la innovación, un factor para el progreso económico y social sostenible.
Agregó que para este fin, se necesita desarrollar empresas que se basen principalmente en el conocimiento tecnológico y que respondan a las necesidades del mercado, respaldando el sector agroalimentario, ya que se encuentra en riesgo.
Cadena Iñiguez propuso realizar acciones para fomentar la vinculación entre investigadores, universidades y empresarios, ya que esto contribuirá a la obtención de mayores recursos para crear proyectos dirigidos a la ciencia y tecnología.
En su turno, Jaime Parada Ávila, director del Parque de Investigación e Innovación Tecnológica de Nuevo León, sostuvo que para el desarrollo de las capacidades científicas y tecnológicas regionales, se deben agrupar cadenas productivas, y tener una agenda de temas estratégicos de investigación, con una visión de largo plazo para los diferentes sectores de la administración pública estatal, así como canalizar fondos para el diseño e ingeniería científica.
En los trabajos de las mesas de discusión se concluyó que para fomentar la creación y desarrollo de empresas con un enfoque científico y tecnológico, y lograr que la genómica sea un factor en el desarrollo económico del país, se requiere modificar la Ley de Ciencia y Tecnología y asignarles mayor presupuesto.
Además, diseñar estrategias que promuevan la investigación e incluir, como eje central del avance de la agricultura, a la Ciencia y Tecnología, dando mayor prioridad al maíz, frijol, pues estos productos nos representan a nivel internacional y son la base de la alimentación del país.
Se coincidió en que es fundamental el respeto de diversidad, para lo cual se deberá trabajar en la elaboración de biofertilizantes, los cuales son menos invasivos en los ecosistemas y evitan los efectos del cambio climático.