La Comisión Permanente del Congreso de la Unión pidió al presidente Felipe Calderón un reporte sobre las acciones que lleva a cabo ante el gobierno de Estados Unidos para detener las deportaciones masivas de nuestros connacionales que residen en aquella nación.
Al mismo tiempo, solicitó a la Secretaría de Relaciones Exteriores defender los derechos humanos de los mexicanos, independientemente de su situación legal y migratoria, afectados por las políticas antiinmigrantes de algunos estados de esa nación.
El dictamen subraya que “entre ese país y México existe un acuerdo vergonzante de Repatriación Voluntaria, que sirve como disfraz para una deportación masiva” y desde 2009 a la fecha se ha mantenido un promedio de 500 mil mexicanos repatriados.
Además, advierte que 31 estados norteamericanos promueven legislaciones similares a la SB-1070 de Arizona, por lo que la situación se torna aún más crítica, ya que en esos lugares se encuentra una un gran porcentaje de inmigrantes indocumentados de origen nacional.
Según el Departamento de Seguridad Nacional, en 2009-2010 la Unión Americana estableció un récord de deportaciones con 329 mil 863 personas expulsadas, de las cuales el 71 por ciento eran mexicanos, muchos de ellos con antecedentes penales.