Hace 6 meses, el jueves 16 de diciembre de 2010, fue asesinada la madre y activista Marisela Escobedo cuando protestaba frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua porque el sistema de justicia dejó en libertad al asesino confeso de su hija Rubí Marisol Freyre Escobedo.
A partir de entonces todos los días jueves de cada semana y el 16 de cada mes, activistas y amigos de Marisela colocan una placa a las puertas del Palacio de Gobierno donde ella cayó muerta, pero el gobernador Cesar Duarte, la ha quitado reiteradamente.
El jueves pasado, 9 de junio, Javier Sicilia y Julián LeBarón, quienes encabezan la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, colocaron una placa de bronce y Sicilia declaró que si el gobernador la vuelve a quitar se le señalará de culpable por continuar invisibilizando el crimen y protegiendo a los culpables.