“El 15 de octubre una médica pasante de 25 años fue brutalmente violada y golpeada mientras realizaba su servicio social en un centro de salud rural de la comunidad El Macho, del Estado de Nayarit.
Este hecho se suma a una serie de amenazas y agresiones que sufren médicos y pasantes cotidianamente en diferentes partes del país”.
Lo anterior informó el diputado federal Ricardo Mejía Berdeja, quien exhortó a las secretarías federales y estatales de Salud y Seguridad Pública para que se implementen acciones coordinadas a fin de proporcionar seguridad al personal médico y pasantes de las unidades de salud en zonas de alto riesgo debido a la violencia e inseguridad.
El legislador dijo que de acuerdo con la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM), en los últimos seis años al menos 71 médicos pasantes han sido amenazados, agredidos, secuestrados o asesinados en diversas entidades del país, sin que la Secretaría de Salud y las autoridades de los estados y municipios en los que prestan su servicio social les brinden seguridad de manera oportuna.
“Estos hechos además de vulnerar la seguridad del personal médico, está generando que haya unidades médicas que prácticamente queden vacías y no puedan dar los servicios a la comunidad, que al mismo tiempo está siendo violentada por la inseguridad que se vive en esos lugares”, alertó.
Mejía Berdeja señaló que en los últimos 6 años, tres médicos pasantes han sido asesinados, dos fueron secuestrados, uno más agredido con picahielos y al menos dos han sido levantados por comandos armados para atender a personas heridas, y 62 han sido amenazados.
Indicó que la mayoría de los casos ocurrieron en Chihuahua, Jalisco, Sonora, Monterrey, San Luis Potosí, Michoacán, Nuevo León, Durango, Guerrero, Tamaulipas y Campeche.
Por lo anterior, es que a través de un punto de acuerdo exhortó a la Secretaría de Salud Federal a iniciar el proceso de elaboración de la Norma Oficial Mexicana que regule las condiciones físicas de las unidades médicas y establezca los protocolos de seguridad, a fin de brindar condiciones y garantizar la integridad física de médicos y pasantes en unidades de salud en zonas de riesgo.
Finalmente insistió en que se debe garantizar la seguridad a los médicos y pasantes que brindan su servicio en las zonas que se han identificado como de mayores riesgos, a fin de proteger su integridad física y al mismo tiempo seguir dotando de los servicios médicos que la población requiere.