En las últimas dos décadas el promedio de hijos nacidos vivos de adolescentes de entre 12 y 19 años de edad aumentó a 5.8 por ciento; incluso, hay entidades donde se rebasan los ocho puntos porcentuales, por lo que es necesario impulsar una adecuada educación sexual y establecer acciones para prevenir esta situación. 

Así se establece en el dictamen aprobado por el Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, por el que se exhorta al Ejecutivo federal para que a través de la Secretaría de Salud, refuerce las acciones y estrategias encaminadas a prevenir embarazos en este sector y, en su caso, un adecuado tratamiento físico y psicológico materno-infantil.

Se exhorta al Ejecutivo Federal para que mediante la Secretaría de Educación Pública, fortalezca tareas y programas destinados a una  educación sexual integral de las y los adolescentes, particularmente por lo que respecta a la prevención de embarazos.

Refiere que en los últimos 10 años todos los estados del país aumentaron la cifra de madres menores de 20 años, siendo Guerrero, Coahuila, Durango, Sonora, Chiapas, Nuevo León, Sonora, Tabasco Colima, Yucatán y Tlaxcala los de mayor incidencia.

Además, indica que el porcentaje de adolescentes entre 12 y 19 años de edad que han iniciado una vida sexual aumentó de 17 a 23 por ciento, desde el año 2000 a la fecha.

En el documento refiere que, según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), México tiene la tasa de natalidad más alta en adolescentes y jóvenes entre 15 y 19 años: 64.2 nacimientos de cada mil corresponden a este sector. “Es más probable cuando se trata de jóvenes que pertenecen a hogares de ingresos más bajos, con educación más baja y que viven en zonas rurales”.

Subraya que, de acuerdo con datos del UNICEF, tres de cada cuatro menores mexicanos padecen algún tipo de carencias sociales y económicas, lo cual constituye una cifra devastadora de pobreza.