Académicos del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, desarrollan alternativas para inhibir la neovascularización corneal, una de las principales causas de ceguera.
Yonathan Omar Garfias Becerra, profesor de la entidad, explicó que esta enfermedad se presenta si los vasos sanguíneos crecen anormalmente sobre la córnea (tejido avascular). Entonces, hay opacidad, la entrada de luz a la retina disminuye y se pierde visión.
Las causas de la neovascularización corneal son diversas, como infecciones, quemaduras y traumatismos, indicó.
Se sabe que hay proteínas sobre expresadas en los tejidos anormalmente vascularizados; éste es el caso de los tumores, donde en la neoformación de vasos se presenta una, llamada nucleolina, en la expresión de la membrana celular, apuntó.
Se observa normalmente en las células de los mamíferos: nucléolo, núcleo y citoplasma, y tiene que ver con la duplicación de las mismas.
Nuestra hipótesis es que si esta proteína se encuentra anormalmente expresada en los neovasos de la córnea e inhibe su actividad como receptor en la membrana referida, se interferirá con el crecimiento de las células endoteliales de los neovasos corneales.
Si esta premisa fuera probada, retraeríamos los vasos aberrantes de la córnea al inhibir la función de la nucleolina en la membrana celular o su expresión y frenaríamos el crecimiento de las células endoteliales de los neovasos corneales, apuntó.
Esto ya se ha visto en otras enfermedades, específicamente en el cáncer de riñón, que es un tumor sólido y entre muchas proteínas expresa la nucleolina de membrana; de hecho, hay un medicamento que inhibe su función y se inyecta intravenosamente en pacientes con este padecimiento y reduce el tamaño del cáncer para resecarlo.
El académico aclaró que esta investigación, que lleva por nombre Inhibición del efecto funcional de la nucleolina transmembranal en un modelo de neovascularización corneal experimental, se encuentra en etapa inicial.
“Tratamos de identificar la presencia de esta proteína en células de córnea que inducimos hacia el endotelio. Estos ensayos in vitro —que durarán al menos dos años— indicarán si podemos hacer esto in vivo al crear neovascularización en córneas de ratones. De funcionar, se realizarán estudios clínicos”, concluyó.