Se estima que para 2030, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) será la tercera causa de mortalidad a nivel mundial, indicó Horacio Rubio Monteverde, director de Atención Médica de la Dirección General de Servicios Médicos (DGSM) de la UNAM.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) refieren que el padecimiento es responsable de 2.8 millones de muertes al año y se caracteriza por una limitación permanente del flujo del aire causada por anormalidades en las vías aéreas y del parénquima o tejido fundamental pulmonar. Los síntomas más frecuentes son: dificultad al respirar, expectoración inusual, tos crónica e inflamación bronquial.
La EPOC está ligada al tabaquismo y la contaminación intramuros, es decir, inhalación del humo de leña en los hogares, definida por la OMS como “el asesino de la cocina”, porque ocasiona un millón y medio de defunciones anuales, destacó.
Este aspecto es relevante si se considera que en el mundo tres mil millones de personas dependen de los combustibles sólidos, biomasa y carbón, por lo que se prevé que si no se realizan intervenciones para reducir los riesgos que éstos ocasionan —en particular la exposición al humo de tabaco—, las muertes por esta enfermedad aumentarán en más de 30 por ciento, subrayó.
Este padecimiento es más frecuente en el género masculino. A nivel mundial, se presenta en 9.3 hombres de cada mil y en 7.3 mujeres en un millar. En cuanto a la edad, por lo general se presenta después de los 40 años, refirió.
Algunos factores causan exacerbación aguda, como la contaminación, arritmias o insuficiencia cardiaca, fractura de costillas o traumatismo torácico, trombo embolia pulmonar aguda, bronco espasmo y uso inadecuado de sedantes, narcóticos o beta-bloqueadores, refirió.
El diagnóstico se establece por antecedente de consumo de cigarro, anamnesis compatible en la que los síntomas principales son disnea progresiva, tos crónica más de tres ocasiones al año, expectoración y alteración ventilatoria obstructiva en el examen de la función respiratoria. Asimismo, se debe tomar una radiografía posteroanterior y una lateral del tórax, explicó el neumólogo.
Es importante hacer un diagnóstico diferencial entre bronquitis crónica, asma, EPOC y enfisema pulmonar, mediante pruebas de funcionamiento respiratorio y/o espirometría, aunque a veces se necesita un estudio más especializado llamado pletismografía.
Los síntomas se presentan de manera tardía y no es curable, pero el tratamiento retrasa la progresividad. El primer paso es retirar al paciente del lugar donde inhala el humo, después hay alternativas como la oxigenoterapia, corticoides inhalados o sistémicos, broncodilatadores, antibióticos y rehabilitación respiratoria, señaló.
Las personas con EPOC son más vulnerables a infecciones respiratorias, por lo que se recomienda, como medida de prevención, vacunarse contra la influenza y el neumococo, citó el académico.
El 20 de noviembre (segundo o tercer miércoles de noviembre) es el Día Mundial de esta enfermedad y fue auspiciado por la OMS para promover una mejor comprensión para diagnosticarla con mayor rapidez y ofrecer atención adecuada.
Es importante que, por un lado, los profesionales de la salud difundan aspectos preventivos y, por el otro, recordar que existe el padecimiento, sus factores de riesgo y la importancia de hacerse un estudio respiratorio. Es una fecha para alertar a la población sobre su gravedad, concluyó.