El estrés laboral es un fenómeno cada vez más frecuente y que está aumentando en nuestra sociedad, principalmente por las altas demandas y exigencias de los trabajos. Esta situación no sólo afecta en el rendimiento laboral, sino que trae consigo consecuencias negativas a diferentes ámbitos, ya sea familiares, sociales, pero sobre todo trastornos físicos.
En palabras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el estrés laboral es una “enfermedad peligrosa para las economías industrializadas y en vías de desarrollo; perjudicando directamente la producción, al afectar la salud física y mental de los trabajadores”.
¿Cuándo se presenta?
El estrés aparece cuando las exigencias del entorno superan la capacidad del individuo para hacerles frente o mantenerlas bajo control, es ahí cuando éste entra en un estado de tensión física y psicológica que se relaciona con una multitud de problemas para el trabajador y para la organización en la que desempeña su labor.
En una encuesta europea, llevada a cabo por EU-OSHA (Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo), las causas de estrés laboral más mencionadas fueron la reorganización del trabajo o la precariedad laboral (72 por ciento de los encuestados), las largas jornadas laborales o una excesiva carga de trabajo (66%) y sentirse intimidado o acosado en el trabajo (59%).
Mecanismo de defensa
El estrés es una respuesta fisiológica natural del ser humano que actúa como mecanismo de defensa para hacer frente a situaciones tensas y que presentan un alto nivel de exigencia o amenaza. El problema es cuando esta respuesta natural del organismo se activa en exceso y no es controlada.
Principales causas del estrés laboral
1. El aumento excesivo de la carga de trabajo.
2. Las malas relaciones interpersonales en el trabajo.
3. La falta de autonomía y capacidad de decisión en el puesto.
4. La falta de oportunidades de desarrollo profesional.
5. El desequilibrio entre nuestro nivel de esfuerzo y las compensaciones por nuestro trabajo.
6. Escaso apoyo por parte de compañeros y superiores.
7. Largas jornadas laborales.
*Con información de la revista digital Protoclo