Los anuncios de cigarrillos dirigidos a los adolescentes estimulan a la población juvenil a empezar esta adición de manera precoz y antes de que sean lo suficientemente mayores para apreciar los riesgos que corre su salud y la de las demás personas que los rodean.
Además, el problema se agrava en la actualidad porque hay anuncios específicamente dirigidos a las mujeres jóvenes y a los adolescentes. En este tipo de mensaje se maneja la imagen de adolescentes exitosos, con dinero, guapos y extrovertidos, correlacionando el uso del tabaco con las cosas bellas de la vida.
Sin embargo, esta imagen que manejan los medios está muy alejada de la verdad. Lo que en realidad le sucede a los adolescentes fumadores es una baja en su calidad de vida y en su salud.
Se ha calculado que por cada cigarrillo que fuma una persona, su vida se reduce cinco minutos. Además, cuando alguien fuma de inmediato se reduce su capacidad para saborear los alimentos y su aliento adquiere mal olor; los dientes se van tornando amarillentos al igual que las uñas de los dedos en donde se sostienen los cigarrillos, lo cual provoca una mala apariencia; desde otra perspectiva afecta el crecimiento en la adolescencia.
El tabaquismo también afecta la sexualidad de las personas, ya que interviene en el placer sexual y en el orgasmo, porque la oxigenación que requiere el cuerpo disminuye. Los varones presentan problemas eréctiles y las mujeres ven reducida su capacidad fértil.
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