La artritis reumatoide es una enfermedad sistémica que involucra a todo el organismo; además se define como un padecimiento autoinmune —causado porque el sistema inmunitario ataca las células del propio organismo —, que afecta con más frecuencia a las mujeres en una proporción de tres a uno, en comparación con los hombres, aseguró el académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM, José Antonio Trejo López.
Ello se debe a que, en muchas ocasiones, ellas realizan tareas que generan traumatismos por estar expuestas a cambios drásticos de temperatura. Además, el factor genético o hereditario influye para que se presente el padecimiento.
No existe una cura total, sin embargo, un manejo adecuado evitará que se presenten complicaciones de forma inmediata y el paciente podrá seguir una vida normal.
En se sentido, subrayó que, actualmente, la artritis reumatoide ocupa el primer lugar en consultas en reumatología y sustituye a la enfermedad articular degenerativa, que se presenta en personas de edad avanzada.
Esta afección, aseveró, tiene un curso lento, pero progresivo y se caracteriza porque daña, inflama y causa dolor en las articulaciones pequeñas, pero también tiene manifestaciones clínicas articulares y extra articulares. “Existen periodos en los que se presenta exacerbación y otros, donde hay reemisión de los síntomas”.
En entrevista, Trejo López indicó que entre los 20 y los 40 años hay más posibilidades de presentar este tipo de artritis, aunque existen casos en los que se ha presentado después de este rango de edad.
Asimismo, el especialista en terapia intensiva resaltó que si el paciente no se somete a un tratamiento adecuado, puede llegar a ser una limitante, al grado de quedar imposibilitado para realizar sus actividades cotidianas.
El académico indicó que las manos, codos, muñecas, hombros y rodillas son articulaciones que, con frecuencia, presentan artritis reumatoide, porque existe un proceso de hinchazón destructivo de la sinovitis, inflamación de la sinovia, tejido que se encuentra entre la cápsula articular y la cavidad sinovial.
Podría decirse que una persona tiene la enfermedad cuando muestra síntomas como agotamiento, inapetencia, debilidad, cansancio y sueño excesivo. En ese momento, es importante atenderse para realizar un diagnóstico, de lo contrario, el problema avanzará hasta producir dolores en articulaciones pequeñas y de forma simétrica y simultánea, es decir, si se presenta en la mano derecha, también será en la izquierda, explicó.
En este proceso, la afección se manifiesta con enrojecimiento, inflamación y limitación funcional de las articulaciones; las más afectadas son las interfalángicas, es decir, los dedos de manos y pies. La cadera y la columna cervical, la toráxica o la lumbar, también son proclives a este padecimiento, concluyó.