Las amas de casa lo saben, los mangos manchados no son los mejores para ofrecer a los niños porque éstos los rechazan, dichas manchas son signo de una enfermedad llamada anctracnosis y para combatirla, investigadores del Instituto de Biotecnología de la UNAM, en colaboración con sus colegas del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo de Culiacán, han desarrollado el primer biofungicida totalmente hecho en México.
Enrique Galindo y Leobardo Serrano, miembros de la Academia Mexicana de Ciencias, forman parte del grupo creadores del producto, llamado Fungifree-AB que controla la antracnosis en niveles iguales o superiores a los que se logran usando fungicidas químicos.
“La enfermedad se desarrolla en la temporada de precosecha, es una infección latente y se deben a un hongo llamado Colletotrichum gloeosporioides, que genera manchas negras. Esto afecta a los mercados de exportación que son muy exigentes en cuanto a la calidad para poder aceptar productos”, comentó Galindo.
México es de los principales exportadores de mango a nivel mundial, aunque sólo envía al extranjero el 14 por ciento de su producción y una de las razones es la calidad del mango, pues los estándares del mercado internacional son muy altos.
Hasta hace poco la única opción para los productores era el uso de fungicidas que dejan residuos químicos, los cuales son rechazados también para la exportación.
El biofungicida mexicano se basa en una bacteria llamada Bacillus subtilis que es enemiga natural del hongo y que, como principio activo de un formulado en polvo, se usa para fumigar -una vez al mes- el árbol del mango, lo que permite al productor obtener al final de la temporada mango de muy buena calidad sin residuos químicos lo que elimina los problemas para la exportación.
“Aislamos la bacteria del follaje, lo que tiene ventajas en términos de su resistencia a la insolación la cual produce compuestos antifúngicos que limitan el crecimiento del hongo patógeno”, añadió Galindo.
La acción de la bacteria se da en varias etapas, comentó Serrano y por eso debe ser aplicada desde la floración “pues ocupa el lugar del hongo, es decir, ‘llena la casa’ de alguna forma. Si el hongo ya está instalado, los productos de la bacteria limitan el desarrollo del hongo. No es que la bacteria se mueva, sino que se reproduce muy rápido”
El proyecto inició hace 12 años en los cuales se pasó de buscar alternativas para controlar la antracnosis trabajando exclusivamente en las instituciones de investigación, a la formación de la empresa Agro&Biotecnia, un spin-off del Instituto de Biotecnología, lo que permitió poner el producto en el mercado a través de la empresa la empresa FMC Agroquímica de México.
El biofungicida, que incluye en su formulación bacterias aisladas de la naturaleza, es inocuo para el ser humano y por ello la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha otorgado su aval al producto desarrollado por los investigadores para el uso común en las plantas de mango. Se trata del primer producto de su tipo desarrollado en instituciones de investigación mexicanas que llega al mercado.
“Lo que hacemos con el fungicida es incrementar de forma controlada la población bacteriana temporalmente en el árbol, lo cual evita que el hongo patógeno, o se establezca o crezca. De esta manera se tienen dos protecciones, se evita que el hongo crezca y una vez que la bacteria coloniza el fruto produce compuestos antifúngicos que evitan que se desarrollen los hongos que ya estaban en la planta y los que puedan llegar posteriormente por efecto del viento o la lluvia”, señaló Galindo.
Para que el biofungicida tenga mejores resultados debe ser aplicado en cinco ocasiones en la temporada de precosecha que va de enero a junio.
Galindo precisó que el producto está destinado a combatir la enfermedad. “Lo hemos probado con mango de exportación (tipo ‘petacón’), pero también en ‘Ataulfo’ y ‘Manila’, aunque éstos no son considerados de exportación en México. Además lo hemos probado en aguacate, papaya y cítricos con muy buenos resultados, al grado que ya se tiene el dictamen técnico positivo por parte de Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y se encuentran en trámite sus registros finales ante Cofepris. Por el momento, el producto está autorizado para su uso en mango”.
Se espera que el biofungicida sea comercializado no sólo en nuestro país sino en otras naciones, como Brasil.