Grandes cantidades de alcohol pueden relajar el músculo que se encuentra entre el estómago y el esófago aumentando el reflujo ácido.

Esto podría producir una sensación de ardor en la parte superior del pecho y un sabor amargo en la parte posterior de la boca. La bebida y los fármacos pueden empeorar la acidez estomacal.

Cuando se está de vacaciones o en ocasiones especiales como la Navidad, distinguir lo que causa el malestar es todo un reto.

El alcohol puede irritar y erosionar la mucosa del estómago y el esófago, también puede aumentar la cantidad de ácido estomacal producido, empeorando el ácido y los síntomas de la úlcera péptica, lo que retrasa la capacidad de sanación.