En este momento hay tres cepas de influenza entre la población: A-H1N1, A-H3N2 e influenza B; la primera se comporta como una estacional, y lo mismo se registrará en los próximos años, explicó Carlos Arias, director del Instituto de Biotecnología
El incremento en el número de casos de influenza A-H1N1 forma parte del brote usual de infecciones por virus respiratorios que se observa en los meses fríos. No sucede nada fuera de lo esperado y no hay por qué alarmarse, afirmó Carlos Arias, director del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM.
El científico explicó que en este momento hay tres cepas que circulan en todos los países que realizan vigilancia epidemiológica, incluido México. Se trata de la A-H1N1-2009 (que causó la pandemia en aquel año), la A-H3N2, que se observa desde hace 35 años en la población de manera estacional (esto es, en los meses fríos de cada año), y la influenza B.
Ahora, aclaró, se registra un incremento en la frecuencia de A-H1N1, pero que, sin embargo, no hay porque alarmarse porque ahora sabemos que este virus no es más agresivo que el virus de influenza A-H3N2. “Después de casi tres años de convivir con el virus A-H1N1-2009, hemos aprendido que la severidad no es mayor a la asociada a infecciones por la cepa de influenza A-H3N2.”
Lo que ocurrió en 2009 fue que la cepa A-H1N1 que se introdujo en la población a partir de un virus de cerdo era antigénicamente novedosa y la población no tenía inmunidad contra ella, es decir, no contaba con anticuerpos que reconocieran al virus y controlaran la infección. Ocasionó que se volviera pandémica y se extendiera, rápidamente.
Hoy, en cambio, una amplia proporción de la población mundial ya tiene anticuerpos contra A-H1N1-2009 y virus empieza a comportarse como una cepa estacional. Por esta razón, en los meses fríos de cada año se registrará un aumento en su incidencia (al igual que para la cepa de influenza A-H3N2 e influenza B), con la cuota usual de enfermedad y muerte, añadió el universitario.
Arias insistió en que todos los años se presenta un “pico” de infecciones en meses fríos, incluidas las relacionadas con influenza.
Los virus de influenza regresan cada año con pequeños cambios cada vez, ocasionados por la inmunidad presente en la población, lo que hace que se seleccionen virus con cambios antigénicos que les permitan continuar la infección a las personas. Por ello, es importante asumir las medidas preventivas que se han difundido ampliamente para evitar el contagio, que involucra hábitos de higiene y vacunación. “No hay por que alarmarse, sino cuidarse”, asentó.
La composición de la vacuna que se aplica a la población contiene los virus en circulación (A-H1N1, A-H3N2 e influenza B) y, en principio, debe proteger contra los padecimientos causados por los mismos. Aunque, reconoció, que no hay un 100 por ciento de efectividad.
Por supuesto, se incrementará el número de casos en los próximos meses. “Normalmente comienzan en octubre, pero este año se ha pospuesto la entrada de los frentes fríos, y los primeros casos fueron detectados a mediados de diciembre. Empieza el brote y esperamos que suba en este mes y febrero”, finalizó Arias.