Un estudio científico publicado en el British Journal of Cancer demostró que los hombres que ingerían pescados grasos más de una vez por semana reducían en un 57% el riesgo de desarrollar un tipo agresivo de cáncer de próstata.

Otro estudio, liderado por el epidemiólogo genético John Witte en la Universidad de California en San Francisco, reveló que consumir varias porciones de espinacas u otras verduras de hoja verde por semana también puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

Se aconseja también consumir alimentos con una gran cantidad de licopeno y capsaicina como los ajíes morrones rojos y tomates. Algunos investigadores dicen que estas sustancias antioxidantes ayudan a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata y en el caso de la existencia de un tumor, reducen la velocidad de su crecimiento.

Una investigación de las Universidades de Bristol, Cambridge y Oxford ha demostrado que comer diez porciones de tomate a la semana (fresco, triturado, en salsas, etc.) reduce en un 18% el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

Palmito: es un antiséptico y astringente natural que combate el dolor, la inflamación y el agrandamiento de la próstata. Desinflama naturalmente y ayuda a que el cuerpo elimine toxinas y elementos irritantes a través de la orina.

Hierbas secas y alimentos ricos en saponinas: las saponinas consumidas en grandes dosis pueden tener efectos secundarios dañinos, pero son inofensivas en las concentraciones encontradas en la naturaleza: ginseng, fenogreco, alfalfa, páprika, espárragos, agave, porotos de soja, cebollas rojas y garbanzos.

Utilizar las grasas saludables: aceite de colza, de lino, de oliva, de calabaza (particularmente beneficiosa para la próstata) o de melón.

El aceite de lino ayuda a equilibrar naturalmente las hormonas de la próstata. Agregar una cucharadita a un vaso de jugo de naranja (o a cualquier otra bebida) y beber una vez por día.

Té verde. Investigadores californianos han demostrado que quienes beben esta infusión tienen menos inflamación del tejido prostático. Sus niveles del antígeno específico de próstata son más bajos. Esto se debe a la presencia de polifenoles que llegan al tejido de la próstata y evitan la inflamación.