En los últimos 20 años se ha registrado un aumento dramático en el número de casos de obesidad en distintas naciones, lo que ha convertido a este padecimiento en una epidemia en el orbe.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2010 fallecieron por esta causa y por sobrepeso, 2.6 millones de personas.
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 arrojó que uno de cada tres hombres o mujeres de entre 12 y 19 años de edad padecen sobrepeso y obesidad. En mayores de 20 años, la prevalencia fue de 71.9 por ciento para ellas, y 66.7 por ciento para los varones.
El tratamiento se complica porque el origen incluye aspectos genéticos y psicosociales. Perder kilogramos es sencillo, lo complejo es mantener los niveles adecuados: 95 por ciento de los pacientes recuperan su peso 12 meses después de una dieta.
Además, la exposición a campañas publicitarias y el acceso a comida rápida se combinan con un aumento de estilos de vida sedentarios y la dificultad para tratar la insatisfacción de la imagen corporal.
Con estos antecedentes, el Laboratorio de Enseñanza Virtual y Ciberpsicología de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, en colaboración con la Unidad de Obesidad del Hospital Médica Sur y el Instituto Auxológico Italiano, comenzó el ensayo clínico controlado Ambientes Virtuales como Auxiliares en el Tratamiento de la Obesidad, a cargo de Georgina Cárdenas, académica de la entidad universitaria.
El proyecto busca instrumentar nuevos desarrollos tecnológicos como alternativas al tratamiento mediante tecnología de realidad virtual, y está conformado por 12 sesiones.
Está orientado a mujeres y hombres de 18 a 50 años, con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30, y consiste en una intervención breve, integral y dirigida al paciente, enfocada a la recuperación individual, aplicada por psicoterapeutas con orientación cognitivo-conductual.
Mediante un programa diseñado para este fin, y el uso de gafas de tercera dimensión, se les expone a diferentes escenarios virtuales (como pasillos en supermercados con oferta de comida) para cuestionar sus hábitos alimenticios, sus reacciones ante diferentes situaciones y sus elecciones de consumo.
Con esta herramienta, se producen cambios en la experiencia e insatisfacción corporal, porque la persona adquiere conciencia acerca de la necesidad de modificar sus conductas, en beneficio de su salud.
Está diseñado no sólo para perder peso, también para minimizar un aumento posterior y apoyar al individuo en la adquisición y puesta en práctica de habilidades conductuales y respuestas cognitivas necesarias para el control efectivo de las medidas corporales.
A nivel mundial, existen pocos desarrollos que incorporen la realidad virtual para atender estos casos. Esta innovadora herramienta ha mostrado su eficacia al exponer a los pacientes a estímulos generados por la computadora con alto grado de realismo y coadyuvar en su tratamiento, independientemente de su capacidad para imaginar y su nivel educativo, destacó Cárdenas.
Representa una contribución importante en la validación, instrumentación y evaluación de sistemas de última generación con realidad virtual, incorporados al tratamiento de obesidad en México, pues el desarrollo de simulaciones es casi inexistente, lo que demuestra la pertinencia del estudio en nuestro contexto socio-cultural.
A largo plazo, también resultará viable su aplicación en otros países latinoamericanos que comparten idiosincrasias semejantes a la de nuestro país, concluyó.