El periódico Excélsior publicó en espacio destacado de su primera plana el domingo pasado algo profundamente revelador, que desata preocupaciones fundadas por los peligros y alcances con que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador pretende empoderar al Ejército mexicano. Aquí esa nota informativa…
“Venden armas a narcos desde campo militar. Enemigo en casa. El análisis de señales telefónicas ubicó al proveedor en el campo militar número uno. El que vendía las armas estaba de cerca del octavo regimiento mecanizado. El grupo criminal compró ocho granadas que fueron entregadas en Atlacomulco. El vendedor ofreció ayuda para asesinar al fiscal regional en Amecameca”…
Y ¿de dónde cree usted, grilloso lector, que salió esta por demás inquietante información que los militares guardaban en sus archivos clasificados de confidenciales?...
Le atinó, de los guacamayos que hackearon al Ejército. Lo sorprendentes es que a don Andrés no le preocupe todo lo que están revelando esos documentos.
¿Por qué será?...