Una vez que Andrés Manuel López Obrador confirmó su decisión, tomada desde su campaña electoral, de suspender la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco porque así se lo mandató el puebo, casi todo el mundillo político interpretó que a partir del primero de diciembre Francia será para México lo que España fue para México durante el agonizante sexenio de Enrique Peña Nieto…
Por qué, se preguntará usted, grilloso lector, y la respuesta se encuentra en lo que salió a decir el presidente electo este lunes para justificar la histórica decisión que a muchos inquieta… Y es que López Obrador dijo que le pidió al gobierno francés un informe sobre la gran polémica aeroportuaria en México y reveló las palabras textuales que recibió de aquel país, pero destacó sobremanera la rapidez con que fue atendida su petición… Pero lo que no dijo el tabasqueño, fue lo que pagó por ese trabajo o si fue gratuito, pues se limitó a resaltar que Francia busca ser aliado fundamental del nuevo gobierno mexicano, lo que se interpreta que así ambos países firmaron una alianza que pronto se reflejará en las licitaciones de las obras públicas que construirá la administración lopezobradorista…