*Senadores deben aprobar ley de bienes nacionales

Condenamos el arresto de dos turistas mexicanos que disfrutaban de una playa concesionada al Mamita´s Beach Club, en Quintana Roo, el pasado 16 de febrero, con el argumento de que no estaban consumiendo en ese lugar.

Con esta acción no sólo pisotearon la dignidad de estas personas, además, cometieron una total violación a sus derechos humanos. La impunidad y la corrupción hicieron sentir a muchos que podían comprar nuestras playas y con ello nuestros sueños y las de nuestros niños y niñas.

Llamo a los senadores a discutir y aprobar a la brevedad la iniciativa que reforma la Ley General de Bienes Nacionales, para garantizar el libre acceso y tránsito en las playas, turnada por la Cámara de Diputados, en abril de 2019.

La propuesta establece una multa de entre 3 mil y 12 mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) a concesionarios o propietarios de terrenos colindantes con las playas que impidan el acceso a éstas.

Estoy convencida que mis compañeros de la Cámara alta son congruentes con lo que el pueblo de México nos exige y saben que por justicia social tenemos que garantizar que quienes han sido relegados de nuestros espacios, puedan acceder a ellos y que nunca más una clase social determine quién puede o no hacer uso de nuestros paraísos.

El derecho de los mexicanos a disfrutar de los bienes de la nación como las playas, es en realidad un mensaje contra la desigualdad que en esta Cuarta Transformación se está combatiendo.

Las playas del país son el lugar en el que cualquiera puede sentirse libre, completo y feliz, así como un espacio de encuentro para las familias que sostienen el tejido social.

Pedimos a quienes cuentan con concesiones en playas federales y terrenos aledaños a las costas, garantizar el libre tránsito por estos lugares y no violentar los derechos humanos de los ciudadanos.

Estoy consciente de que muchos de sus establecimientos dan trabajo a miles de familias, que el turismo es uno de los sectores más importantes del país; sin embargo, una cosa no se contrapone con la otra, nuestro país tiene lugares tan hermosos que el turismo seguirá existiendo sin necesidad de que violen los derechos de los mexicanos que quieran acceder a esos espacios.