*Vital impulsar el acceso de mujeres a la ciencia

La OCDE señala que las habilidades y conocimientos científico-matemáticos de las y los estudiantes mexicanos son insuficientes y estima que para 2030 ocho de cada diez empleos ofertados estarán enfocados en el área de la ciencia e innovación.

Por ello, con el objetivo de garantizar el acceso de las niñas y mujeres mexicanas a los beneficios de la ciencia y tecnología, presentamos una iniciativa que reforma la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

La propuesta surge a raíz de diversos estudios que señalan que las habilidades y conocimientos científico-matemáticos de las y los estudiantes mexicanos mayores de 15 años son insuficientes y muy por debajo de los estándares del resto de los países miembros de la OCDE.

Esto fundamenta la necesidad de impulsar el acceso a los beneficios de la ciencia, tecnología e innovación como un derecho humano de niñas, niños y adolescentes dentro de la ley.

A pesar de los esfuerzos y avances por mejorar la educación en nuestro país, seguimos enfrentando un rezago como país en materia de Ciencia y Tecnología en comparación con otras naciones; lo que pone en desventaja a nuestros estudiantes y les impide desarrollar plenamente sus capacidades en las carreras e industrias del futuro.

Otro problema que enfrenta la ciencia y tecnología en México es el de la brecha de género, puesto que la OCDE señala que en nuestro país sólo 9% de las mujeres optan por carreras de científicas, tecnológicas, de ingeniería o matemáticas, lo que sin duda representa una desventaja a futuro, puesto que se tiene previsto que en 2030 ocho de cada diez empleos ofertados pertenezcan al sector científico-tecnológico.

Por lo anterior, otro de los objetivos de la iniciativa es establecer que los tres niveles de gobierno implementen medidas afirmativas para asegurar que las niñas y las adolescentes accedan a la educación científica y tecnológica en igualdad de condiciones que los varones.

Una de las lecciones que nos dejó el año pasado, es que la ciencia es fundamental e indispensable para el desarrollo en todos los aspectos, por lo que es imperante impulsar e invertir en la potencialización de los conocimientos y habilidades científicos en México.