*Ley para identidad de mexicanos residentes en el extranjero
Según datos del INEGI, la población con nacionalidad mexicana supera 163 millones de personas, de las cuales 37.2 millones viven y han nacido en el extranjero, por lo que comprender a México ya no sólo implica comprenderlo al interior de sus fronteras, sino que también implica reconocer que la composición pluricultural de la nación se encuentra al exterior.
Por ello consideramos necesario que el Estado mexicano también reconozca de manera transterritorial las expresiones culturales de las y los mexicanos, y que accione para garantizar su protección y difusión.
En 2021 se conquistó un primer paso muy importante: que las personas hijas de mexicanos y mexicanas en el extranjero pudieran acceder a la nacionalidad, sin importar que no hubieran nacido en el territorio nacional. Ahora, lo que aprobamos es que su identidad y su cultura sean reconocidas como parte fundamental de la nación mexicana.
No existe un solo México, sino varios méxicos. Es tan mexicana la maravillosa cocina yucateca como una charreada, el Día de Muertos de Michoacán y la música norteña, todo eso nos conforma como la nación diversa, abierta y plural que somos; pero también el arte, la música y las fiestas de nuestros compatriotas de Los Ángeles, Houston, Chicago y Nueva York.
La reforma aprobada busca concretamente:
Reconocer los derechos culturales de las personas de origen o nacionalidad mexicana que habitan en territorio extranjero.
Reconocer la identidad cultural de las comunidades mexicanas en el extranjero.
Postular el reconocimiento de la diversidad cultural de la nación y no sólo al interior del país.
Facultar a la Secretaría de Cultura a coordinarse con el Servicio Exterior Mexicano para promover la cultura nacional en el extranjero así como reconocer, promover y difundir la cultura nacional transterritorial.
A través de esta reforma saldamos una deuda histórica con las personas mexicanas que viven fuera de las fronteras del país, particularmente con nuestras hermanas y hermanos en Estados Unidos. Lejos de su tierra, han desarrollado una cultura propia que, al mismo tiempo, es parte de la cultura de México. No son dos culturas, sino una sola cultura que se hace más rica con la diversidad y la integración.