*México requiere recuperar la confianza y no consultas

La lección que nos deja la reciente consulta popular es que no hay que engañar a la gente, no hay que abusar de la figura, hay que usarla para temas útiles y no hay que hacer las cosas tan complicadas.

El problema que tenemos en México es la desconfianza. Cualquier consulta claro que debería de ser empatada con las elecciones, pero teniendo a López Obrador y a Morena en el gobierno, si no hubieran querido abusar, la hubieran convertido en una herramienta de propaganda electoral.

Y por eso le cambiamos la fecha, pero tiene que ver con un mal que se está llevando a cabo desde el gobierno; y tiene que ver con una Corte que no tiene la valentía para ponerle un alto. Ya lo vivimos.

Si con todas las reglas que pusimos no se atrevieron a decirle que no al presidente en un absurdo que es la consulta popular, hubieran hecho lo mismo en la elección. Entonces, estuvo bien que hayamos cambiado la fecha.

Pero la verdad de las cosas que tenemos que usarlas para cosas útiles, ágiles, transparentes, ¿como qué?, han sido utilizadas en el mundo para preguntar a la gente si se quiere separar, por ejemplo, un estado, si quiere un país dejar de depender de otro, si quieren separarse zonas, si quieren una nueva Constitución, hasta cosas útiles y concretas, no preguntar a todo el país, sino en un estado o en un municipio.

“Oye, tengo este dinero, tengo esta lana, ¿qué hacemos, este puente o este túnel?, ¿invertimos en cámaras de seguridad o en espacios recreativos y deportivos, en mejora de seguridad pública o en bacheo de calles?”.

Para eso sirven, en cosas concretas, no tiene que ser la gran pregunta nacional. Y yo diría que sirva esto de ejemplo tomarle lo positivo y que la consulta popular se convierta cada día más útil y parte de nuestra vida, esas son nuestros temas.