Si las señales que captan nuestros sabuesos informativos van en dirección correcta, en las próximas semanas podría estallar, en el ámbito público, un escándalo que por el momento se conoce de manera confidencial en el Instituto Politécnico Nacional…
Según esto, se trata de un cúmulo de inconformidades y denuncias verbales de cada vez más estudiantes, que rebasan los límites de la legalidad y por mucho están en el máximo de la ilegalidad que ya involucra a cientos de profesores que no están dispuestos a cargas con las responsabilidades que se les quiere atribuir para proteger a académicos conspicuos…
Esto comenzó a trascender a partir de lo que publicó a ocho columnas el periódico El Día con lo siguiente: “Denuncian corrupción en el IPN. La administración del director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Arturo Reyes Sandoval, se ha visto envuelta en una serie de escándalos y denuncias de corrupción, acoso laboral, entre otras irregularidades, incluso su comparecencia en la Cámara de Diputados y la denuncia presentada en la Fiscalía General de la República ha quedado en el limbo”…
Las cosas, pues, en esa importante institución que tanto ha aportado al desarrollo de la nación, está en camino a una vorágine que le restará prestigio si se sume en la impunidad que tanto afecta al estudiantado que tanto orgullo siente por su institución…
Están a tiempo, señores de la mal llamada 4-T…