*“Ahí te mando las hojas. Mándame más tamales”
Pascual Orozco Vázquez a los 27 años se unió al movimiento antirreeleccionista, patrocinó el periódico Grito del Pueblo con su propio dinero e importó armas desde Estados Unidos, preparándose para el inicio de la revolución. Desde el 20 de noviembre de 1910, Pascual Orozco fue uno de los principales líderes revolucionarios del estado de Chihuahua, participando en las batallas de San Isidro, Pedernales, Cierro Prieto y Mal Paso.
“Después de su victoria en la batalla de Mal Paso, el 2 de enero de 1911, mandó desnudar los cuerpos del ejército federal y le envió los uniformes a Porfirio Díaz con una carta que decía “Ahí te van las hojas, mándame más tamales”*.
Dicha frase además de ingeniosa fue muy reveladora de la personalidad del personaje de marras. Ya sea por su juventud o su afán de reconocimiento, el no saber callar a tiempo se puede convertir (como sucedió) en vaticinio de una futura desgracia.
Días después de la derrota del general Juan Navarro y la toma de Ciudad Juárez por los generales Pascual Orozco y Francisco Villa, Francisco I. Madero hizo su entrada triunfal. Madero instaló su cuartel general en el edificio de la aduana y en su gabinete quedó como Secretario de Guerra Venustiano Carranza, cargo que él deseaba, además de demandar la paga del ejército que le había dado la victoria a Madero, quien accedió solamente a lo último*.
Poco después Orozco desconoció a Madero y se levantó en armas, contra quien le había solicitado combatir a Zapata, pero fue derrotado por Francisco Villa y su legendaria División del Norte, así como por las fuerzas de Victoriano Huerta, obligándolo a huir hacia Estados Unidos*.
A su regreso a México, se unió a Victoriano Huerta pero nuevamente tuvo que huir a Estados Unidos, Orozco y sus compañeros huyeron a la frontera en donde planeaban entrar con fuerza, pero fueron asesinados por los Rangers de Texas y un batallón de caballería el 30 de agosto de 1915.
Sirva el breviario anterior para ejemplificar como la comunicación en situaciones de conflicto puede adquirir múltiples e insospechados códigos.
Ahora que la comunicación que sale de Palacio anunciando que se han detenido a más de 10 mil delincuentes en 4 meses, que se tienen programas y estrategias para enfrentar la violencia y que éstas están dando resultados, las respuestas de los cárteles con asesinatos, balaceras, incendios, secuestros, ataques a comunidades en distintas partes del país principalmente en Sinaloa, Tabasco, Chiapas y demás estados del país sea la forma que han encontrado los delincuentes de mandar las hojas… para que les sigan enviando tamales.
Tú ¿Por Qué No Te Callas?
Fue en noviembre 10 de 2007, en Santiago de Chile durante la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que los medios reportaron un episodio verdaderamente pintoresco, folklórico e inesperado en el mundo político. El jefe de Estado español, el rey Juan Carlos I de Borbón, mandó a callar públicamente y en plena reunión al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Tal desplante fue producto de las impertinencias del presidente Hugo Chávez, durante el discurso del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien pide la palabra para responder al mandatario venezolano “ante las reiteradas descalificaciones dirigidas hacia el ex presidente del gobierno de España, José María Aznar, donde lo acusaba de "fascista" y de ser uno de los responsables del golpe de Estado en contra su persona en abril de 2002”**.
Ante la impertinencia y tozudez del tropical gobernante, Su Majestad verdaderamente incómodo tuvo que llamar al orden al soez individuo. Bien decían las abuelas que “a quien no lo educan en su casa; la vida se encarga de corregirlo”.
Obviamente la mayoría de los asistentes a esa reunión con todo y los protocolos de la diplomacia quebrantados en la misma no dejaron de descalificar a Chávez por su comportamiento descomedido, vulgar e impertinente. Sin embargo, hoy por hoy, Donald Trump hace lucir a Chávez como un señorito de malos modales, en tanto que él con su conducta simiesca y agresiva también ha merecido el repudio mundial, pero a diferencia del venezolano muchos países ya han iniciado gestiones de distintos tipos no solo para manifestar su incomodidad y desacuerdo con los propósitos del presidente yankee, sino para compensar, contrarrestar, subsanar o contrapesar las amenazas de recuperar el canal de Panamá, anexar Groenlandia a Estados Unidos y establecer aranceles de todo tipo y cuantía a cualquier producto no fabricado en ese país.
De ahí que la torpe actuación bravucona y desafiante del presidente colombiano Gustavo Petro, de negarse a recibir aviones militares con ciudadanos de su país deportados, porque venían esposados, fue poner en charola de plata la oportunidad para que en uso de los poderes ejecutivos se haya pasado de los dichos a los hechos y demostrar que efectivamente sí se puede aplicar y de manera expedita las acciones punitivas ya anunciadas.
Y lejos de la reflexión y la puesta en marcha de programas de manejo de crisis (como ya habíamos señalado la semana pasada), ahora surge la peregrina idea de la presidenta de Honduras de convocar a una reunión urgente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, o CELAC, donde supongo con mentalidad pandilleril la señora Xiomara Castro piensa echarle “montón” a Trump, y creer que éste se va a doblegar ante la amenaza de la gavilla de subdesarrollados.
Alguien debería informarle a la señora que existen tomos y tomos de la palabrería y la inutilidad de esa “gran cantidad de instituciones e instancias inútiles”, como las llama Jorge Castañeda.
Creo que ahora es el momento idóneo para escuchar y poner en práctica el consejo del rey Juan Carlos I y callar, actuar y corregir.
Hay una frase que viene muy a cuento para estas situaciones y que le es atribuida a Don Adolfo Ruíz Cortines: “Los viejos hablamos de lo que hicimos… Los pend###jos de lo que van a hacer”.
*https://www.mexicodesconocido.com.mx/pascual-orozco-revolucion-mexicana.html
**https://convergencia.uaemex.mx/article/view/1129/1699