*Una experiencia en la cuarta transformación

En sus propuestas de gobierno, Andrés Manuel López Obrador había dicho que apoyaría los medios públicos ampliamente. Después, hubo una serie de nombramientos que satisficieron a la mayoría de quienes estaban por las transformaciones, desde Gabriel Sosa Plata, en Radio Educación; Aleida Calleja, en el Imer; José Antonio Álvarez Lima, canal 11; Armando Casas el canal 22 y Jenaro Villamil, en el Sistema Público de Radiodifusión (SPR). Hubo un incidente en canal 14, donde se designó y prontamente se despidió a Fernando Coca.

Pero llegaron algunos inconvenientes, ya que se redujo, en aras de la austeridad republicana, los presupuestos para esos medios que, necesariamente, compiten con los controlados de forma privada y que tienen estos, incluso más alcance dentro de la población.

Pero, repentinamente, se quiso reducir nuevamente el presupuesto al Imer, lo que haría imposible que este siguiera adelante con la programación que tiene en sus 21 emisoras, 17 de ellas digitales, y se viera en la penosa necesidad de no pagarles en julio a 240 colaboradores que estaban bajo honorarios, el 35 por ciento de su personal, y suprimiera sus noticiarios y programas más representativos. Incluso Ricardo Raphael, que hacía la serie Réplicas, anunció su retiro por las malas señales que se dieron.  Ahora está en una radiodifusora privada.

Vino un alud de críticas por la disminución presupuestal al Imer y Andrés Manuel, Jesús Ramírez y Jenaro Villamil dijeron que rectificarían, y prontamente acordaron otorgarle 19.3 millones de pesos al instituto encabezado por Aleida Calleja. Lo más grave se resolvió, gracias a la presión de notables y ciudadanos. Pero el Imer necesita más dinero para realmente hacer el trabajo de cambiar culturalmente el país. Lo mismo ocurre con los otros medios, los canales y Radio Educación. No debe recortarse su presupuesto, sino agrandarlo y hacer que muchos contratados durante años por honorarios tengan bases y los salarios que reciben sus trabajadores sean dignos y no en los bajos niveles actuales.

Si la Cuarta Transformación es un proyecto serio, tiene, indudablemente, que sembrar política e ideológicamente, y   en ello son fundamentales los medios. De otra manera, estaremos en un cambio sin rumbo ni profundidad.

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@jamelendez44