*¿Qué es un policía y qué un soldado?

Algo muy grave debe estar pasando en un país donde no se atina por autoridades, académicos, especialistas, legisladores, militares, y demás personas expertas en la materia a distinguir entre un pájaro, un águila o un pterodáctilo. Lo mismo es aplicable a diferenciar entre un soldado o un gendarme. 

No poder distinguir entre las funciones de un soldado y un policía y discutir inútilmente si los militares deben ser personajes “milusos”; albañiles, aduaneros, distribuidores de medicinas, aplicadores de vacunas, custodios de material médico, administradores de aeropuertos, canchanchanes del poder judicial, socorristas, rescatistas, salvavidas, guardapuertas, custodios de material electoral, agentes migratorios, defensores del territorio nacional y lo que se nos ocurra de hoy para mañana. Es como para buscar auxilio psiquiátrico especializado de urgencia.

La seguridad pública, es entendida como el conjunto de acciones encaminadas a asegurar el orden público, la integridad y los bienes de las personas y a partir de 1993 según el   Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la seguridad humana surge como un concepto cuya significación responde a dos factores: la percepción de inseguridad y el Estado de satisfacción de necesidades.

El concepto de militares no aparece por ningún lado.

Y un dato que en verdad me llamó la atención, es el relativo a la creación de la policía en nuestro país apenas dos meses y fracción después que se le hubiese amputado la mitad del territorio: “De manera oficial y ya no conferida por la sociedad, sino como parte de la administración pública en México, la policía surge el 9 de mayo de 1848, con 500 integrantes; su designación fue la de “cuerpo de vigilantes de policía”. La tarea de esta policía fue vigilar el cumplimiento de los bandos**.

Y para que no nos quede duda del por qué y desde cuando la policía mexicana se convirtió en una corporación sui-generis, recordaremos que: “A mediados del siglo XIX, el esfuerzo de centralización del poder por parte del presidente Benito Juárez incluyó como uno de sus ejes el establecimiento de dicha institución policial, dedicada al mismo tiempo, a combatir la delincuencia y anular las fuerzas políticas opositoras.

Lo que implicó que la función esencial de la policía se transformara a un modelo policial convertido en recurso político represor de ideologías diferentes. El gobierno ejerció tolerancia discriminada sobre guerrilleros y bandidos, según convenía a sus intereses. La prioridad no era la sujeción a la ley, ni la seguridad pública, sino la capacidad de colaborar a garantizar la centralización del control político del gobierno de la República”**.

Pero como recientemente se ha abusado groseramente del concepto de Seguridad Nacional, aclaremos lo que entendemos por eso: “en el Diario Oficial de la Federación el 31 de enero de 2005.

Artículo tercero, por Seguridad Nacional “se entienden las acciones destinadas de manera inmediata y directa a mantener la integridad, estabilidad y permanencia del Estado Mexicano, que conllevan a: la protección de la nación mexicana frente a las amenazas y riesgos que enfrente el país; la preservación de la soberanía e independencia nacionales y la defensa del territorio; el mantenimiento del orden constitucional y el fortalecimiento de las instituciones democráticas de gobierno; el mantenimiento de la unidad de las partes integrantes de la Federación”**.

No se señala en ningún lado andar correteando narcos por las calles de los pueblos o en las cantinas de las ciudades, construir trenes turísticos o cuidar turistas en las playas, cuidar y vigilar los ranchos de los gobernadores o los influyentes de los estados.

Actualmente los enterados debaten sobre las precisiones entre seguridad humana y seguridad ciudadana, pero en el caso que aquí analizamos de manera somera, solo le diré que “el principal objetivo de la seguridad humana, -agrupa- a los tratamientos asociados con la fuerza pública, con el mantenimiento de la ley y el orden público, así como de la erradicación de la violencia y la inseguridad”*.

Mientras que “La seguridad ciudadana exige una buena calidad de vida para la ciudadanía, la pobreza y la falta de oportunidades, el desempleo, el hambre, el deterioro ambiental, la represión política, la violencia, la criminalidad y la drogadicción pueden constituir amenazas a la seguridad ciudadana”*. Así nomás.

Como se puede apreciar aquí estamos muy, pero muy lejos de abordar seriamente el tipo de seguridad con la que deberíamos contar en el país, y nos hemos limitado a debatir quién debería de garantizarla, un soldado o un policía, olvidando por completo que ya existen una Constitución y leyes donde clara y expresamente se delimitan las funciones y facultades de cada quien.

Sin embrago, por caprichos personales se han aplicado políticas absurdas de respeto a la integridad de los delincuentes, los narcos y los criminales dejando de lado el respeto a la seguridad de los ciudadanos.

El Ejército mexicano y las policías son recursos humanos adiestrados, capacitados y entrenados, algunos a nivel de excelencia, con que cuenta el Estado – como ya se dijo- para la protección y salvaguarda del país y sus habitantes.

El seguir modificando a capricho las funciones de ellos y cambiando los presupuestos y programas que deberían utilizarse para el fortalecimiento de las instituciones, ha provocado un desorden e inseguridad que aflora en todos los ámbitos nacionales y de los cuales  los medios nacionales e internacionales han denunciado abierta y documentadamente hasta la saciedad, y lejos de atenderse esas quejas, denuncias, acusaciones y demandas se ha optado por seguir jugando a las consultas y a las pruebas de participación de la ciudadanía para justificar una situación de incertidumbre que ha desembocado en millares de muertos, desalojados, extorsionados, desaparecidos y una parálisis de los cuerpos de seguridad insostenible.

¿Hasta dónde se piensa continuar con este desorden? ¿Hasta cuándo vamos a seguir desobedeciendo a la Constitución? ¿Hasta cuándo se piensa reordenar al país para restablecer su debido funcionamiento? Y ¿Quiénes serán los encargados de iniciar esa colosal tarea los policías, los militares o los ciudadanos? 

*https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-2147201900020025

**https://www.google.com/search?q=cuando+se+invento+la+policia&sxsrf=Ali

**Porte Petit G. Alejandro “Policía en México. 75 años de su implementación” IIJ UNAM

http://biblio.juridicas.unam.mx.bjv.

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