*¡Reloj… detén tu camino!

¿Se imagina cuan ocioso, desesperado, frustrado, arrepentido, insatisfecho, dolido o enfermo debe estar un individuo para pedir que el reloj se detenga? ¿Intentar detener el tiempo porque los resultados que no ha obtenido en los momentos esperados sería la solución?

Tales reflexiones deben estar haciéndose en el Palacio Nacional.

Después de casi cuatro años de estar tomando decisiones de todo tipo, dimensión, alcance y escala, cree usted que quedará algo realmente satisfactorio que nos mueva ahora a querer mover el huso horario o porque simplemente “no me gusta” y genera “daños a la salud”.

Según el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), de 1996 a 2012, con el Horario de Verano se logró “obtener una reducción en el consumo de energía eléctrica en las horas de mayor demanda de electricidad utilizada en iluminación, teniendo mayor impacto en el sector doméstico”*. Tal reducción fue el equivalente “19,460 millones de kilowatts hora, lo que a su vez evitó la emisión de 8mil 907 millones de toneladas de bióxido de carbono”*, con su consecuente impacto en el medio ambiente puesto que: “a través de acciones como ésta, se reducen las emisiones contaminantes a la atmósfera,-pues- el mejor aprovechamiento de la luz solar incide en una disminución de la demanda y consumo de energía eléctrica, por lo que se reduce la utilización de combustibles fósiles y disminuyen las emisiones contaminantes a la atmósfera, mitigando el efecto invernadero”*.

Hasta junio de este año los beneficios del horario de verano consistían en: “ayuda al medio ambiente, ahorro económico, mejora el rendimiento intelectual y físico, genera un escenario estable y disminuye enfermedades graves como la obesidad y depresión”** y mágicamente; a partir del 5 de julio, de este año según el titular de la secretaría de salud Jorge Alcocer Varela: “las personas requieren entre tres a siete días para volver a equilibrar y adaptarse al horario de verano, mientras que los menores de edad necesitan más tiempo para que su cuerpo se adapte a los cambios entre el horario de verano e invierno”**, por lo que se vuelve necesario regresar al “reloj de Dios”**, a la brevedad posible sin importar las consecuencias que esto provoque.

No podemos pasar por alto que hasta junio de 2018, México ocupaba el lugar número 12 a nivel mundial en ahorro de energía, casi al mismo nivel que Estados Unidos y Canadá que ocupaban el décimo lugar, lo que según los expertos el Consejo Estadounidense para una Economía Energéticamente Eficiente (ACEEE, por sus siglas en inglés), “México es el país que más ha mejorado en el mundo en cuanto a ahorro de energía, al pasar del lugar 19 en 2016, al puesto número 12, al sumar 17 puntos respecto a los 54 logrados en la anterior evaluación de hace dos años”***. Así pues, lo que hasta hace 4 años era motivo de orgullo y satisfacción para el gobierno mexicano, y una contribución al cuidado del medio ambiente al cual México se comprometió en el Acuerdo de París desde 2016, de la noche a la mañana nos “echamos pa’tras” e inauguramos una refinería que no refina y cambiamos el horario porque nos hace mucho daño, según los abyectos galenos de la secretaría de la salud.

Pero lo que más nos llama la atención es lo fervoroso que se ha vuelto el gabinete actual, que lo mismo invocan al creador para los tiempos políticos, llamándolos “Los tiempos de Dios”, como ahora se invoca el reloj de Dios, se usan ropas con imágenes religiosas y por otra parte se denuesta al clero gravemente y cito: “Incluso hasta a los religiosos, con todo respeto, que no siguen el ejemplo del Papa Francisco porque están muy apergollados por la oligarquía mexicana.”****

Como que la congruencia está demodé.

Son muchas las evidencias de que no se está satisfecho con los tiempos y los resultados que vivimos en esta tercera parte del sexenio, aunque hace unos días en Tabasco se nos informara: “La política es tiempo” y  “nuestros adversarios nos pueden acusar de todo lo que se les ocurra, pero no de ser incongruentes o de actuar sin apego a ideales y principios”.

Pues con todo respeto los principios y la congruencia no cuadran con los datos duros de la realidad y mucho menos con los escenarios de inseguridad, educación, salud y económicos que se viven a diario.

Después de haber acusado al Poder Judicial de corrupto e ineficiente, a la oposición de conservadores y traidores, a los sacerdotes de apergollados y los 125 mil muertos por el crimen organizado me pregunto ¿Dónde está la congruencia con la ley y la justicia?

¡Se puede rogar al tiempo que vuelva!… pero “Palo dado… Ni Dios lo quita”.

*https://www.fide.org.mx/wp-content/uploads/2018/05/Horario-de-verano-opt.pdf

**https://mexico.as.com/actualidad/horario-de-verano-en-mexico-cuales-son-las-afectaciones-y-por-que-es-mejor-el-horario-de-invierno-

***https://www.gob.mx/conuee/articulos/mexico-pasa-del-lugar-19-al-12-en-el-ranking-mundial-de-ahorro-de-energia?

****https://www.cronica.com.mx/nacional/amlo-responde-curas-apergollados-oligarquia.html

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