Estallan escándalos en el Senado

De nepotismo, torturador, extorsionador y violador acusan a funcionario del Senado que es señalado como involucrado en el caso Ayotzinapa, pero que fue abrigado por el anterior propietario este órgano parlamentario, el morenista Ricardo Monreal Ávila, escándalo que se suma a otro que protagonizó incondicional de la líder del sindicato mayoritario en días pasados, cuando intentó golpear a una trabajadora.   

Demetrio Fidel Ortiz Barragán, Director General de Resguardo Parlamentario en el Senado de la República, presume ante propios y extraños, que los nuevos propietarios del organismo político, encabezados por el morenista Adán Augusto López Hernández, lo confirmaron en el cargo para esta naciente 66 Legislatura.

Esto provocó asombro, irritación y severas críticas entre los trabajadores sindicalizados, porque, en ocasión de que se cumplen 10 años del caso Ayotzinapa, ha sido involucrado en ese fatal episodio que tanto ruido provoca en todo el país y allende nuestras fronteras.

Pero no solo por eso, sino porque durante el tiempo en que ha permencido en el cargo para el que lo llamó el anterior propietario del organismo político, el morenista Ricardo Monreal Ávila, ha abusado del poder que dice tener, a grado tal que una trabajadora lo denunció de acoso sexual ante la Fiscalía de la CDMX, ausación que no avanza por los alcances de poder que ostenta.

Además, los trabajadores en repetidas ocasiones se quejaron ante Monreal Ávila del acaparamiento de plazas laborales para familiares cercanos y un grupo de amigas que están a su servicio, relaciones que rutinariamente son la comidilla en los pasillos del Senado, donde lo señalan de nepotismo, torturador, extorsionador y violador.

Pero hay otro escándalo que crece con inusitado interés en la opinión pública. Resulta que el pasado 19 de septiembre se celebró una reunión en las oficinas del sindicato mayoritario del Senado de la República y la discusión se violentó con cachetadas y sombrerazos por los vicios e irregularidades que permitió el ex senador Monreal Ávila, hoy diputado federal morenista en esta 66 Legislatura, y que paulatinamente salen a relucir.

Aquí lo que hicieron llegar a la redacción de esta Grilla en el Poder:

  • Sin rifa y en lo obscurito, el Sindicato mayoritario entrega plazas de base.
  • Se suscita bronca en oficinas sindicales por el reclamo de la entrega de plazas.
  • Plazas utilizadas como moneda de cambio para la “compra de consciencias” para elecciones 2025.

Hola agremiados del Sindicato de Trabajadores de la Cámara de Senadores y compañeros (as) en general:

Sabías que Martín Sandoval Magallanes fue uno de los que Bertha Orozco benefició dándole una plaza de base para su hija?

Pues así es, entre toda las plazas otorgadas, Martín Sandoval consiguió de la manera más servil tan codiciado tesoro.  Porque lo que a cualquiera de nosotros podría corresponder, él lo alcanzó prestándose a muchas de las “chicanadas” que le pidió su líder sindical hiciera.

Pero no todo quedó allí, Martín confrontó casi a golpes a una compañerita que se atrevió a reclamarle.  El muy cobarde ante la incapacidad de justificar con fundamentos legales que se la mereciera, prefirió imponer su insensatez con gritos e improperios; y hasta se atrevió a intimidarla tomando una actitud agresiva contra de ella, queriendo hasta golpearla.

Un hombre que ante la cerrazón amenaza de manera violenta a una mujer es catalogado de machista, misógeno, o hasta ambos; actitud imperdonable, máxime cuando él ya fue líder sindical y se ha desempeñado como secretario del Trabajo y Conflictos, por lo que debe defender los derechos de las trabajadoras en cuestión de equidad de género, jamás permitir el abuso y la violencia contra la mujer, mucho menos ser él quien los profane.  Y aún así ¿quiere volver a ser líder sindical?

Así es como actúa un hombre que piensa que se merece una plaza de base por vender a sus compañeros abusando de su encargo; quien prefiere llegar a los golpes con alguien indefenso, porque estamos seguros de que, si se hubiera tratado de un hombre, no se hubiera sentido tan envalentonado para agredir, porque hasta para eso, Martín es cobarde.

Pero para calmar la situación, salió Bertha Orozco a defender a su hijito esquirol, para decir que efectivamente ella le había dado la base, ¿y qué?

Cuando a Bertha le conviene, se le olvida que la Asamblea es el Órgano Máximo para la toma de decisiones como es la entrega de plazas.  Bertha no es la dueña de esas bases, los dueños somos todos los agremiados, y a todos nos correspondería acceder a una, pero ¡no! Bertha las entrega ya sin rifa, sin informar al gremio, en lo obscurito y para comprar conciencias de quienes ya no la apoyaban.

DEMOCRACIA SINDICAL

Septiembre 24

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